El Síndrome de Fatiga Crónica ya es una patología considerada como incapacitante en el ámbito laboral. Es decir, las personas con fatiga crónica pueden obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, aunque depende de cada caso.
La Seguridad Social no cuenta con un listado específico de enfermedades que dan derecho a una incapacidad permanente. Sin embargo, existen ciertas enfermedades que son más propensas a provocar limitaciones en el ámbito laboral.
Incapacidad permanente por Síndrome de Fatiga Crónica
Los expertos de ‘Fidelitis’ informan que «el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es un trastorno complejo que se caracteriza por fatiga extrema a pequeños esfuerzos tanto físicos como mentales que resulta claramente invalidante para el paciente. Esta condición médica también se conoce como encefalomielitis miálgica o enfermedad sistémica por intolerancia al esfuerzo».
Hasta hace unos años, resultaba complejo obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente por Síndrome de Fatiga Crónica. Sin embargo, la jurisprudencia ha abierto la puerta a que cada vez se reconozcan más pensiones de incapacidad por esta circunstancias.
Para considerar una fatiga crónica, ésta debe presentar una duración de al menos seis meses. Es una patología que puede aparecer en cualquier edad, aunque es más común en personas entre 40 y 60 años. Además, tiene mayor prevalencia en mujeres.
Según los expertos médicos, el Síndrome de Fatiga Crónica se suele representar a través de los siguientes síntomas:
- Fatiga severa que no mejora con el descanso.
- Sueño reparador.
- Dolor muscular o articular sin explicación aparente.
- Mareos que aumentan al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie.
- Dolores de cabeza.
- Dolores de garganta.
- Problemas de memoria.
- Dificultades de concentración.
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o axilas.
Además, el Síndrome de Fatiga Crónica puede ser impredecible. En este sentido, los síntomas pueden aparecer y desaparecer de un día para otro. De este modo, se trata de una patología que puede ser incapacitante en el ámbito laboral y que, por tanto, puede dar derecho al reconocimiento de una incapacidad permanente.
Jurisprudencia de incapacidad permanente por incapacidad permanente
Tal y como hemos comentado anteriormente, en los últimos años, la jurisprudencia española ha comenzado a reconocer la incapacidad permanente por fatiga crónica. Según informan desde ‘Fidelitis’ un 5% de la población se ve afectada por fatiga crónica.
Además, un 20% de las personas afectadas se siente incapacitada para trabajar. A pesar de ello, es importante aclarar que no en todos los casos se puede obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente por fatiga crónica.
Al igual que ocurre con cualquier patología o lesión, para conseguir el reconocimiento de una incapacidad permanente es preciso analizar cada caso de manera particular. En este sentido, es preciso prestar atención a factores como la profesión habitual del trabajador, la gravedad de la enfermedad o las secuelas y limitaciones que genera en el mismo.
Respecto a este tipo de situaciones, los profesionales de ‘Fidelitis’ argumentan que «si hablamos de Síndrome de Fatiga Crónica e incapacidad permanente, es muy importante acreditar las limitaciones funcionales y el seguimiento específico por un reumatólogo durante, al menos, dos años. Si has sido sometido a tratamiento psíquico, físico, medicación y terapia conductual, y aun así sigues padeciendo fatiga, déficits cognitivos y dolor muscular, podrás ser tributario de una pensión de incapacidad permanente».