Comienza septiembre y la vuelta al cole es una realidad. Desde la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) han señalado que serán un total de 7.271 estudiantes ciegos y con discapacidad visual en toda España los que volverán a las aulas para este curso 2022-23. Una de las claves de este nuevo año es el inicio de la implantación de la LOMLOE. Esta es la nueva ley de educación, en los cursos impares de Primaria, ESO, Bachillerato y ciclos formativos de grado básico.
El preámbulo de dicha ley afirma que las medidas que establece tienen como objetivo último reforzar la equidad y la capacidad inclusiva del sistema, “haciendo efectivo el derecho a la educación inclusiva como derecho humano para todas las personas, reconocido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008”.
Asimismo, la educación de calidad inclusiva y para todos figura en el número 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Un derecho por el que la ONCE ha trabajado desde los inicios de la Organización. Además, está presente en toda la labor que lleva a cabo en materia de educación.
Un modelo de educación inclusiva con el apoyo de la ONCE
Así, más del 99% de los casi 7.300 alumnos y alumnas ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días lo hacen en centros ordinarios, en un modelo de educación inclusiva. Todo ello con apoyo de los servicios de atención educativa de la ONCE. Esto quiere decir que este alumnado sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual.
Según explica Ana María Llauradó, jefa de Atención Educativa de la ONCE, «educación inclusiva significa que no es el alumno el que debe integrase en el sistema educativo, sino que son el propio sistema educativo y sus diferentes programas los que deben transformarse para incluir a toda la diversidad de alumnos atendiendo a sus necesidades, intereses y capacidades».
En este sentido, según Llauradó, la LOMLOE supone un gran aporte a la educación inclusiva. Y es que «la reconoce no como una realidad a alcanzar, sino que la identifica como un derecho para todas las personas”.
La accesibilidad, una de las claves
La accesibilidad es un aspecto fundamental para lograr esa inclusión deseada. Por ello, desde los diferentes grupos ACCEDO (Accesibilidad a Contenidos Educativos Digitales de la ONCE) se está en comunicación continua con las administraciones educativas así como con las diferentes editoriales de material escolar. Todo ello con el objetivo de lograr que tanto las plataformas como los contenidos sean accesibles a todo el alumnado.
Asimismo, el Servicio Bibliográfico de la ONCE garantiza la accesibilidad preparando libros de texto en braille y en sonido y materiales en relieve, de forma que los chicos y chicas se incorporan a las aulas con la mochilas llenas de tecnología accesible y de puntos en braille.