Porque hay sentimientos que mueven montañas, y el de Vicente es un claro ejemplo de ello. Este aficionado valenciano, es ciego, pero para él no hay barreras que le impidan seguir a su equipo por todos los estadios de primera división.
Vicente espera paciente la llegada de los jugadores al estadio. Él, que ya había estado esperándolos en el hotel, los espera de nuevo justo a la entrada para darles el último aliento antes del partido.
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Coke, uno de los pesos pesados del vestuario, sabe de su existencia y se para con él antes de entrar al estadio para agradecerle su presencia.
No falla, es infalible. Vicente ha visitado ya 14 estadios de los 14 que ha visitado el Levante esta temporada. No piensa dejar solo a su equipo y no hay nada en el mundo que lo vaya a separar de cada dos semanas viajar junto al club de sus amores.
Al comenzar el partido, su transistor y la sensación de sentir cerca a su equipo. Eso es tan solo lo que necesita el aficionado quizá más fiel del mundo, que viajó solo de Valencia a Eibar para apoyar a su equipo.
Pese a que el resultado no acompañó, Vicente se llevó su particular obsequio en su viaje de más de 400 kilómetros entre Valencia y Eibar: la camiseta de Sergio León.
El sevillano, tal y como grabaron las cámaras de ‘El Día Después’ se la prometió justo antes del partido, por lo que antes de subir al bus se dio personalmente como muestra de agradecimiento por ser sin duda el seguidor más incondicional del conjunto granota.