El reparto de la herencia es de los procesos más complicados que tienen lugar cuando fallece una persona. A la pérdida del ser querido, hay que sumarle toda una lista de gestiones que derivan en la partición de los bienes, derechos y obligaciones, que no se hubiesen extinguido con la muerte de dicha persona. Pero no es solo complicado por el dolor de tener que tramitar todo lo relativo a la persona que ya no está, y los recurrentes recuerdos que eso conlleva, sino que en muchas ocasiones, supone un punto de inflexión entre los familiares.
No obstante, las familias suelen ser consciente solo del dolor que supone ponerse tan pronto con este trámite, y no tienen en cuenta otros factores que también son recurrentes. Es por ello, que en muchos casos se expone el deseo de dejar este proceso para más adelante, pero, ¿Es esto posible?, ¿Cuál es el plazo para repartir una herencia? Lo cierto es que la normativa española no establece un plazo concreto en el que se deba partir y adjudicar la fecha, sin embargo, hay dos factores que sugieren la premura de estas actuaciones: Los plazos de algunos trámites y la opinión de los expertos.
Los expertos recomiendan repartir la herencia cuanto antes
Legalmente no existe un plazo para repartir la herencia, sin embargo, lo más conveniente es hacerlo cuanto antes. ¿Por qué? En primer lugar, porque sí hay trámites que conllevan un plazo determinado. En este sentido, es la legislación fiscal la única que marca límites de tiempo con la liquidación del impuesto de Sucesiones, para el que hay un plazo de seis meses, y si en la masa hereditaria hay bienes urbanos, también existe un plazo de seis meses para liquidar la Plusvalía.
Sin embargo, en base al criterio de abogados expertos en sucesiones, el hecho de recomendar partir y adjudicar la herencia cuanto antes, no responde a estos plazos fiscales. El principal motivo es evitar o reducir los problemas entre los herederos, una situación que se repite en base, fundamentalmente, a dos circunstancias:
- Por lo que se conoce como ‘herencia yacente’ o titularidad de la comunidad hereditaria, y sobre la que hay que adoptar una serie de decisiones sobre su administración, en el periodo que hay entre el fallecimiento de una persona y la adjudicación de sus bienes a sus herederos. Esta circunstancia normalmente, produce deterioro en las relaciones entre los herederos que pueden influir en sentido negativo en el procedimiento de partición y adjudicación de herencia.
- Además, se trata de un procedimiento complejo y con una extraordinaria relevancia patrimonial para los herederos. La mayor o menor complejidad dependerá de muchas circunstancias, pero fundamentalmente, de la situación familiar y patrimonial del causante. A mayor número de herederos y de bienes, normalmente mayor complejidad.
¿Cuál es el mejor momento para resolver una herencia?
En base a todo lo anterior la pregunta es, ¿Cuál es el mejor momento para resolver una herencia? Los expertos lo tienen claro. Y es que la práctica profesional deja claro que los problemas entre los herederos son menores y de menor importancia, siempre que la herencia se resuelva durante los primeros seis meses tras el fallecimiento de una persona.
El motivo es sencillo: cuanto menos tiempo ha pasado desde la pérdida del ser querido, más a flor de piel están los sentimientos y por tanto, la parte emocional de los implicados en el reparto de la herencia, tiene más relevancia, lo que deriva en una mayor empatía y entendimiento. Por el contrario, a medida que va transcurriendo el tiempo, este entendimiento se reduce drásticamente y se suceden un mayor número de conflictos.