Vanessa García se postula a favor de los centros de educación especial

Vanessa García, hija de Manolo Escobar

Vanessa García, hija de Manolo Escobar

La supuesta reforma educativa para centros educativos especiales y su posible está suponiendo un verdadero problema para muchas familias.

Aunque la ministra Isabel Celaá ha salido al paso desmintiéndolo, la situación preocupa muy y mucho como es el caso de Vanessa García, hija del cantante Manolo Escobar y Ana Marx, madre de un niño con síndrome de down.

Sin embargo, el Ministerio de Educación y Formación Profesional dirigido por Isabel Celaá desmiente «rotundamente» que se vayan a cerrar centros de educación especial, «tal como están difundiendo algunas organizaciones», y reitera su apoyo «al alumnado con necesidades especiales, sea cual sea el tipo de centro en el que sean escolarizados».

«El Ministerio de Educación y Formación Profesional lamenta profundamente que se juegue con los sentimientos y expectativas de un colectivo tan vulnerable», afirma en una nota de prensa el departamento de Celaá, respondiendo así a la denuncia de la plataforma ‘Inclusiva Sí, Especial También’, formada por personas con discapacidad intelectual, familias y docentes.

Esta plataforma publicó el pasado domingo un comunicado contra la tramitación parlamentaria de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), que rechazan al considerar que «va contra los colegios de educación especial».

Esta plataforma acusaba a PSOE y Unidas Podemos, los partidos que forman el Ejecutivo de coalición, de valerse de la situación «dramática para miles de personas que están perdiendo sus seres queridos» para seguir tramitando esta reforma educativa «a espaldas de la mayoría de la sociedad que desconoce lo que está pasando y no puede manifestarse democráticamente al respecto».

En contra de la ‘ley Celaá’

La plataforma se opone a la también conocida como ‘ley Celaá’ porque «promueve la eliminación de los centros de Educación Espacial», afirma aludiendo a su disposición adicional cuarta sobre la «evolución de la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales».

Ante tal desconcierto, Vanessa Escobar reclama una aclaración para normalizar y entender lo que va a suceder, como relataba en declaraciones en ‘Espejo Público’: «Queremos que lo aclaren de una manera clara, valga la redundancia».

Vanessa lleva a su hijo a un colegio con el que está encantada y no puede tener mejores palabras hacia todos los que están detrás de él. «Es un colegio concertado en la Comunidad de Madrid, la Fundación Garrigou. Es maravilloso, que lo que hacen es que puedan aprovechar todas las tecnologías y que puedan aprovechar todos los recursos».

Y es que hay muchos centros y en especial en este de la Fundación Mauricio Garrigou muy necesario e importante para el desarrollo especial de niños con necesidades cognitivas: «Tienen sistemas de lectura escritura específicos, de matemáticas específicas». Además, tienen muchas actividades y profesores especializados como: natación, fisioterapia, logopeda, y un sinfín de atenciones centradas en cada niño.

Vanessa comenta que hacen aportaciones voluntarias y que luego sí que pagan la ruta o el comedor. Aun así dice que esto genera debate porque ha tenido que escuchar que es comodidad llevar al hijo en ruta, algo de lo que ella se defiende: «Sería más fácil llevarla al colegio de mi hija».

En cuanto a la situación en general, Vanessa comenta que la verdad es que hay gustos para todos y que cada padre prefiere un tipo de enseñanza: «Tengo amigos que prefieren colegios con necesidades especiales y otros que no y que están muy contentos».

Niños más marginados sin estos centros

Vanessa Escobar, periodista, defiende que ella confía y apuesta por el tipo de educación especial y que para ella es muy importante: «En este tipo de colegios es más cómodos para nosotros, mi hijo tiene síndrome de down, porque tiene necesidades especiales».

La hija de Manolo Escobar cree que si se procediera al cierre, hay muchos niños que podrían verse más marginados. Vanessa conoce casos donde sus hijos lo han pasado mal: «Conozco a una mamá que tiene una hija que estuvo en un colegio normal donde a su hija no le invitaron a un cumpleaños jamás. La niña de 12 años estaba con un gran problema de autoestima y estaba al borde de la depresión, el cambio de colegio fue su salvación». La niña está feliz y que le niña le dice: «Me dicen tiene ahora tengo amigos. Todos sabemos como son los niños de ahora y como eran también los demás».

«Ir a un colegio normal me parece segregar más aunque pongan una clase especial… para que sean todavía que sean más los raritos», se plantea Vanessa Escobar.

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