La película ‘Valentina‘ fue una de las grandes ganadoras del Festival de los Premio Goya 2022. Y es que el film de Brandán de Brano, Chelo Loureiro, Luís da Matta, Mariano Baratech y Noa García logró el galardón a Mejor Película de Animación. Un premio que vuelve a revindicar a la discapacidad en estos glamurosos premios.
Pero no solo a la discapacidad, sino que Chelo Loureiro ha señalado que este género – «que es cine»- también le ha dado importancia a la cultura gallera y las «precursoras de las Tanxugueiras».
«Este es el único premio que recogemos los que hacemos cine de animación. El cine de animación es cine, no es fácil hacer animación y nos tenemos que contentar con un solo premio», ha dicho la directora de la cinta, Chelo Loureiro.
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Además, ha conminado «a los compañeros y compañeras a que sean capaces de valorar a tantos profesionales que están detrás» de estas películas.
El apoyo de ‘Valentina’ al colectivo síndrome de Down
La directora Chelo Loureiro ha hecho un llamamiento en materia de discapacidad. En este sentido, ha pedido que se atienda a las personas con discapacidad.
Loureiro se ha referido a su hermana, fuente de inspiración de esta película sobre una niña con síndrome de Down. De esta manera ha animado a «normalizar la discapacidad» para que «la inclusión sea plena de verdad».
Por ella, la película cuenta con las voces de Lucía Serén, de Down Lugo, y Pepa Lockhart, de Down Compostela. Ellas son dos adolescentes con síndrome de Down que se encargan de hacer el doblaje.
Estas dos chicas ponen voz a Valentina, la protagonista de la película del mismo nombre que acaba de convertirse la mejor película de animación en los Premios Goya de 2022.
Todo comenzó hace dos años, cuando la productora de la película contactó con la Federación Down Galicia. Siempre en busca de personas candidatas para convertirse en la voz de Valentina.
Una voz en gallego y otra en castellano
Tras realizar varios castings, la productora apostó por Lucía para la versión original en gallego y por Pepa para la versión en castellano.
En este sentido, la directora del Film, Chelo Loureiro siempre apostó por la accesibilidad. «Tenía claro que no quería poner a una actriz de doblaje imitando a una persona con síndrome de Down. No solo porque es muy difícil imitar sus voces, ya que son muy características, sino que si estamos hablando de integración no tendría sentido crear una farsa”.
Y así, tras la selección, llegó el momento de ponerse a trabajar. Tanto Lucía como Pepa coinciden en que tuvieron que “ensayar mucho y repasar en casa”, pero que fue “una experiencia inolvidable”. Las grabaciones tuvieron lugar, en primer término, en O Milladoiro y más tarde en Cambre para ultimar todos los detalles.
Pero Lucía y Pepa no solo disfrutaron de una gran vivencia, sino que ambas chicas comenzaron una estupenda amistad que conservan a día de hoy. “Nos hicimos muy amigas y seguimos haciendo vídeo llamadas y quedando para jugar, ir de paseo…”, comenta contenta Lucía.
Pepa, por su parte, destaca que “la experiencia fue maravillosa” y que de Valentina le gusta “que sea súper extrovertida y alegre”. Además, piensa que la escogieron para doblar a este personaje “porque tenemos cosas en común como el síndrome de Down, ser luchadoras y responsables y tener unas abuelas súper cañeras”.
Sobre ‘Valentina’
La película dirigida por Chelo Loureiro se estrenó en los cines el pasado 10 de diciembre de 2021. Valentina sueña con ser trapecista y cree que no lo conseguirá por tener síndrome de Down. Sin embargo, su abuela le insiste que si las orugas consiguen convertirse en mariposas nada es imposible.
«Valentina vive su infancia igual que cualquier otra niña, pero muchas veces mientras a los otros niños y niñas les dan alas, a estos se las cortan. Creo que es eso sobre lo que deberíamos reflexionar y ayudarles a que sus sueños se cumplan también», indicó la directora, productora y guionista ferrolana en una entrevista concedida a Europa Press.
«No pretendía contar la historia de uno de estos niños», sino que su pretensión era «contar la historia de una niña con una discapacidad, pero normalizada; que la historia no fuera sobre la discapacidad, sino sobre la historia de esa niña, en este caso Valentina, que tiene las mismas ilusiones que cualquier otro niño», explica.