El caso de José Antonio García es un fatídico episodio de negligencia médica, y uno más de jugadores olvidados por sus clubes en situaciones adversas. El exfutbolista de Pumas ha denunciado al club dos años después de su último partido debido a las lesiones, que le hacen pelear hoy entre el poder caminar o permanecer en una silla de ruedas.
Con tan solo 28 años, su carrera quedo dinamitada por una directiva que se olvidó de su problema, haciéndole perder todo lo que tenía. Después de tres años de silencio, José Antonio «Tarzán» García, ha decidido hablar y exponer el sufrimiento que se encuentra pasando.
“Decidí hablar porque esperé a que mi caso llegara al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). No es para pelear, simplemente quiero un trato digno y que se me cumpla lo que aún pasé como jugador del club. He gastado millón y medio en tratamientos, viajes, estancias, etc. El club nunca me buscó para ayudar o conciliar, su última oferta fue de 70 mil pesos”, señaló el exfutbolista en una videoconferencia.
Junto a sus abogados y el presidente de la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesional, Álvaro Ortiz, declaró amor al club de sus amores, no así a la desangelada directiva que se lava las manos en el caso.
![José Antonio García durante un partido con Pumas](https://www.tododisca.com/wp-content/uploads/2023/11/jose-antonio-garcia-juegos-liga-1.jpg)
“Me da tristeza porque le tengo mucho respeto y admiración; estudié en Prepa 5; llegué desde los 10 años y es un club que representa a la Máxima Casa de Estudios y estas actitudes no van con el club. Este equipo es mucho más grande que todas esas personas que sólo ven sus intereses», continúa denunciando José Antonio.
«Busco justicia y un trato digno»
Toño García sufrió cuatro operaciones en menos de 22 meses por una lesión en la cadera. Esto le llevo a confiar en Antonio Sancho y Rodrigo Ares de Parga, miembros del club, los cuales le hicieron forzar una recuperación en condiciones poco favorables y así lo ha terminado pagando.
“Busco justicia y un trato digno. Antes que un jugador soy un ser humano y ese trato, ninguna institución lo debe dar y ningún jugador lo merece. No somos máquinas, somos personas. Hoy me tocó a mí, pero mañana puede ser cualquiera. Mi calidad de vida no volverá a ser la misma, lo perdí todo. Así que si algún jugador tiene miedo, que hables. Al contrario quiero seguir ayudando por un mejor futbol y una vida laboral más justa”, sentenció.
![José Antonio junto con sus abogados Juan Carlos Vázquez y Daniel Apaza, así como de Álvaro Ortiz, presidente de la AMF](https://www.tododisca.com/wp-content/uploads/2023/11/jose-antonio-junto-a-sus-abogados-1.jpg)
Dando la cara, lo que espera es que los Pumas se hagan cargo de los gastos, pues el futbolista se ha gastado más de un millón y medio de pesos en el proceso de recuperación. Sin embargo, el club auriazul no se ha hecho cargo de los pagos, dejando totalmente a la deriva al que era su jugador. “Si se llegó hasta estas instancias fue porque agotamos todas las posibilidades con el club”, dijo el ex felino.
El club se ha pronunciado al respecto
Por el momento, desde el club solo se han pronunciado una vez al respecto. En un escueto comunicado, la entidad señaló que solo hablarán cuando tengan una resolución definitiva.
“Con relación a la demanda ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por parte del señor José Antonio García Fernández, el Club manifiesta que, en apego a la confidencialidad del procedimiento y respeto a las partes, no emitirá una declaración al respecto hasta en tanto no se desahogue el mismo”, expresó el equipo mediante un comunicado.
Pese a ello, José Antonio Toño García no recibió ningún tipo de mensaje de Pumas, ni ha tenido ninguna conversación con la nueva administración que comanda Leopoldo Silva. “Yo escuchaba que es un tema de directivas pasadas, pero a la nueva le toca resolverlo. Ellos han seguido por la misma línea”, detalló el exfutbolista, quien se siente totalmente abandonado y habiendo perdido «todo lo que tenía» por una directiva que le hace debatirse entre andar o permanecer en una silla de ruedas.