Acelerador, freno y embrague. Son los tres pedales que tiene un vehículo manual y el paso previo que todos hemos hecho a la hora de examinarnos del carnet de conducir. Por muy obvio que parezca y después de haberlo comprobado varias veces, siempre se necesita una más para ir con más confianza. Bien es cierto que el examen práctico de conducir es un momento crucial que genera muchos nervios en la mayoría de los aspirantes. El estrés que se acumula antes de subir al coche puede afectar el rendimiento, ya que manejar el coche bajo presión no es tarea fácil, por lo que la posibilidad de cometer mínimo error aumenta la tensión de quien se sienta al volante con intención de aprobar el examen de la Dirección General de Tráfico.
Ponerse el cinturón de seguridad es el primer paso y, tal vez, de los más importantes del examen. Pero no el único que se halla fuera de lo que a la conducción estrictamente se refiere: también hay que estar atento a la carretera y saber escuchar las instrucciones del profesor y del examinador, que será quien decida que ruta tomar y el encargado de calificar la aptitud o no del aspirante. Por ello, uno de los factores más influyentes en este tipo de examen es la capacidad de gestionar los nervios. No todos logran mantener la calma, y es entonces cuando pueden ocurrir despistes que, a veces, se convierten en momentos que se guardan en la memoria, especialmente cuando se viralizan por plataformas digitales.
Confusión histórica
‘Tierra, trágame‘ debió pensar una chica que se presentó al carnet de conducir y, en la primera pregunta del examinador, ya dejó claro que lo de menos iba a ser si obtenía o no el permiso de conducir, y así lo relató en el programa Las Mañanas Kiss de la emisora Kiss FM y que presentan Xavi Rodríguez y María Lama. Tal y como narra la propia aspirante, ella estaba nerviosa «desde el inicio», aunque se preparó meticulosamente. “Me monté en el coche, me preparé, me puso el cinturón y coloqué el retrovisor”, contó, dando por hecho que estaba lista para comenzar el examen. Bendita inocencia.
Sin embargo, segundos después ocurrió algo inesperado para todas las partes y. seguramente, por primera vez en la vida del experto en tráfico. El propio examinador le preguntó a la chica su nombre. “Señorita, ¿se llama?”, una pregunta de lo más normal e inocente que se puede hacer para romper el hielo e ir ganando confianza. La chica, agobiada por los nervios, interpretó que debía salir del coche para pedir permiso y, sin dudarlo, se desabrochó el cinturón, se bajó del vehículo, cerró la puerta y llamó a la ventanilla “para que me dejara entrar”. Como ella misma aseguró, “fue lo más comentado en la autoescuela durante años”.
“Pensé que me decía que se tenía que llamar primero. Imaginaros los nervios que tendría para hacer eso” dijo, entre las risas de Rodríguez y Lama. A pesar de la confusión inicial y los nervios, reconoció que finalmente logró obtener el permiso de conducción, además de sacar una sonrisa al propio examinador y a un altísimo número de usuarios en redes sociales, ya que este hilarante momento ha arrasado en la cuenta de la emisora en TikTok, donde el vídeo está a punto de superar los dos millones de visualizaciones.