Carmelamola es la marca de joyas que triunfa en el mercado online. Su creadora es Carmen Álvarez, una joven coruñesa de 18 años con Síndrome de Down.
Este proyecto es un suelo hecho realidad, aunque su inicio fue más por obligación. Carmen tenía problemas de movilidad en las manos. Por ello, comenzó a realizar joyas manuales. Lo que en un principio era un hobby se convirtió en una firma reconocida.
La marca ha llegado incluso a ganar varios premios, como el que otorga Prensa Ibérica, al mejor negocio online.
«Tiene que hacer ejercicios para mejorar la psicomotricidad», le recomendaron de pequeña los especialistas.
«Fue entonces cuando empezó a manipular objetos para trabajar la coordinación de ojos y manos, pero cuando alcanzó la adolescencia perdió la motivación», tal y como recoge El Mundo.
La madre asegura que Carmen siempre ha sido muy presumida, de ahí que se le ocurriera hacer joyas. «Siempre han sido su debilidad», explica Ana a El Mundo
Un negocio que nació del boca a boca
Las primeras joyas que fueron creadas por Carmen fueron lucidas por su propia madre. Fue entonces cuando amiga y compañeras se interesaron por los complementos.
Tanto gustaron, que decidieron dar el salto y convertir la afición en un negocio. «Este proyecto nació del boca a boca», señala la madre.
El nombre no fue difícil de escoger. A Carmen le apodan, de manera cariñosa, Carmela. De ahí, que la gente no parara de decir «Como mola, Carmela». Fue entonces cuando pensaron en que la empresa se llamara Carmelamola.
El taller, en casa
La madre afirma en El Mundo que el taller lo colocaron en una habitación de la casa. Allí fue donde Carmen evoluciono.
«Antes cuando le costaba hacer algo decía: ‘no puedo’, pero ahora sabe que puede porque es una diseñadora famosa», destaca su madre.