Un nuevo estudio piloto denominado DELFI (evaluación de ADN de fragmentos para la intercepción temprana) puede detectar, a partir de un análisis de sangre simple, la presencia de siete tipos de cáncer diferentes a través de la detección de ‘marcadores’ del ADN que se desprenden de las células tumorales que circulan en el torrente sanguíneo.
En DELFI, cuyos datos han sido publicados por Nature, se detectaron la presencia de ADN cancerígeno entre un 57% y un 99% de las muestras de sangre de 208 pacientes que se encontraban con diferentes estadios de cáncer de mama, colorrectal, pulmonar, de ovario, páncreas, gástricos o biliares.
Este estudio piloto lo han llevado a cabo un vestigadores del Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins (EE.UU.), quienes también obtuvieron buenos resultados en las pruebas realizadas en 215 individuos sanos, con solo 4 casos de falsos positivos.
Aprendizaje automático como método
Para ello usa el aprendizaje automático, una especie de inteligencia artificial capaz de identificar patrones anormales de fragmentos de ADN en la sangre de pacientes con cáncer, lo que permite identificar el tejido de origen del cáncer en un 75% de los casos.
Los análisis de sangre buscan cambios en la secuencia del ADN dentro de una célula cancerosa, aunque, no todos los pacientes con cáncer tienen alteraciones detectables con estos métodos.
DELFI propone estudiar la forma en la que el ADN se empaqueta dentro del núcleo de una célula al observar en la sangre el tamaño y la cantidad de ADN de diferentes regiones del genoma en busca de pistas sobre ese paquete.
En las células sanas, el ADN se empaqueta de forma organizada en la que las diferentes regiones del genoma se colocan cuidadosamente en varios compartimentos, mientras que los núcleos de las células cancerosas, se organizan de firma desorganizadas, con elementos de todo el genoma arrojados al azar, tal y como informa Alessandro Leal, autor principal de DELFI.
Debido a que la prueba es fácil de administrar y emplea métodos de laboratorio sencillos y económicos, esperan que sea más rentable que otras pruebas de detección de cáncer.