Un hombre obtiene una incapacidad permanente de 2.600 euros por una «narcolepsia» incompatible con el trabajo

La enfermedad pasó a ser crónica e irreversible, afectando gravemente su calidad de vida debido a la ineficacia de los tratamientos a los que estaba sometido el trabajador

Un hombre obtiene una incapacidad permanente de 2.600 euros por una "narcolepsia" incompatible con el trabajo

La narcolepsia, motivo para una incapacidad permanente de más de 2.600 euros al mes

Pablo trabajaba en un taller como mecánico especializado en la fabricación de herramientas, hasta que fue diagnosticado con una «narcolepsia«, caracterizada por una excesiva somnolencia diurna, y le otorgaron la incapacidad permanente absoluta. Eso sí, en los tribunales y con la inestimable ayuda de sus representantes legales de Campmany abogados, ya que la vía de la Seguridad Social únicamente le adjudicaba una discapacidad total.

Además de sufrir la desagradable sensación de sueño constante, este mecánico de Ávila atravesaba frecuentemente episodios de cataplejía, es decir, breves parálisis cerebrales con pérdidas momentáneas del tono muscular, que le ocasionaban caídas repentinas. Todo este conjunto de patologías derivaba también en lagunas de memoria, algo incompatible para el ejercicio de la actividad profesional. De hecho, con el paso del tiempo, «sus dolencias se intensificaron y su respuesta a los tratamientos pautados fue ineficaz», afirma la sentencia del Juzgado de lo Social N.º 1 de Ávila. Por tanto, la enfermedad pasó a ser crónica e irreversible, afectando gravemente su calidad de vida.

El inicio de la incapacidad de Pablo

Tras varios episodios de somnolencia diurna, con pérdida de memoria y caídas repentinas derivadas de la cataplejía, Pablo fue examinado por el Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social, organismo encargado de dictar el grado de incapacidad de cada paciente. De esta forma, los profesionales y facultativos médicos certificaron sus patologías, poniendo de manifiesto que, efectivamente, estaba afectado de «hipersomnia diurna, lagunas de memoria y episodios de cataplejía en relación con las emociones».

En este punto de la deducción sobre qué le podría estar ocurriendo al trabajador, el INSS entendió en ese momento que no podía hacer su trabajo por el riesgo personal que le suponía, por lo que le hicieron beneficiario de una incapacidad total. Sin embargo, sus limitaciones realmente le impedían el desarrollo de todo tipo de trabajo con un mínimo de normalidad, por lo que sus representantes legales decidieron acudir a los tribunales para lograr una medida justa con las limitaciones que sufría Pablo.

Se decidió tramitar una Reclamación Previa, solicitando la incapacidad permanente absoluta. Como es habitual, esta reclamación fue desestimada, y fue entonces cuando se acudió a la vía judicial tras la presentación de una demanda contra el dictamen médico de la Seguridad Social.

Más de 2.600 euros al mes de pensión

La combinación de episodios de narcolepsia con síntomas de cataplejía fue una de las causas que la jueza a cargo del Juzgado de lo Social N.º 1 de Ávila estimó para dictar que el trabajador no podía cumplir con las exigencias de una jornada laboral. Además, la representación legal de Pablo también argumentó que no estaba capacitado para trabajar ni como empleado en la fabricación de herramientas ni en ninguna otra profesión, de acuerdo a los límites que le suponía la patología que presentaba.

Por tanto, atendiendo a los informes médicos aportados por ambas partes interesadas, la magistrada se centró en determinar el alcance real de la incapacidad que se juzgaba, teniendo en cuenta la complejidad de la narcolepsia y la cataplejía. Por un lado, el INSS argumentaba que debía tratarse como una discapacidad total; mientras, los abogados de Pablo defendían la obtención de una pensión por incapacidad permanente absoluta.

Finalmente, el fallo del Juzgado estimó la gravedad y la pluripatología del empleado, por lo que la sentencia fue a su favor. La magistrada de Ávila le reconoció la incapacidad permanente absoluta, otorgándole el derecho a percibir una prestación mensual de 2.622,81€, lo que supone el 100% de su base reguladora.

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