La ilusión de su hija es jugar al fútbol, y la ilusión del padre es verla jugar, sin embargo, las barreras arquitectónicas que presiden el campo del CD Pan y Guindas hacen imposible que esta familia pueda disfrutar de un domingo de fútbol en el campo del barrio.
Enormes bordillos y una escalera, que es la única manera de poder acceder al campo, esta es la situación en la que se encuentra este padre cada vez que quiere ir a ver jugar a su hija al fútbol. Una lamentable situación, que ni tan siquiera la obra de remodelación del campo municipal ejercida la pasada primavera, ha podido arreglar.
El campo de fútbol, situado al lado del estadio de La Balastera, es una instalación municipal, y pese a las muchas peticiones de la directiva al Ayuntamiento, alertando de la circunstancia, no ha tenido el más mínimo efecto.
Desde el Ayuntamiento son conscientes de que las obras se podrían haber hecho de otra manera, y ahora urge una nueva obra para poder cumplir con la ley y así eliminar estas barreras arquitectónicas, que entre otros factores, impiden que este padre pueda ver jugar a su hija.