De acuerdo con las instituciones, la incapacidad permanente se define como «una situación laboral en la que a un trabajador le corresponde una pensión a causa de que se haya visto disminuida su capacidad laboral por las limitaciones anatómicas o funcionales que haya sufrido. Su reconocimiento se lleva a cabo por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)».
En este sentido, para convertirse en beneficiario de esta prestación, las personas que lo soliciten deberán cumplir una serie de requisitos, establecidos por la Seguridad Social, así como presentar la documentación pertinente. De hecho, la propia Administración rechaza muchas de las peticiones que recibe de incapacidad laboral por trámites mal dirigidos y errores en los expedientes, lo que genera que no se puedan recibir pagos a tiempo y deban comenzar largos y complejos procesos legales.
¿Cuándo puedo solicitar la Incapacidad Permanente?
Según lo dispuesto en la Ley General de la Seguridad Social, que es la normativa que garantiza a los trabajadores prestaciones según el tipo de lesión o enfermedad que lo han incapacitado, ya sea de forma temporal o permanente para continuar con sus labore, se observan dos vías para solicitar la pensión: causas derivadas de accidentes laborales o enfermedades comunes.
Sin embargo, estas solicitudes pueden ser negadas por no realizarlas de forma correcta y deben luchar más adelante en los tribunales lo que representa mayores costes y tiempo. Por ello, los representantes legales deberán estar actualizados en los términos que establecen desde el propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. De esta manera, José Ramón López, experto en finanzas y derechos laborales, confirma que «se puede pedir una pensión por incapacidad permanente de forma mucho más rápida ahora que hace unos meses» debido, principalmente, a la puesta en marcha de la Ley ELA.
De este modo, la incapacidad laboral temporal o permanente se solicita por enfermedad cuando la lesión o la dolencia no haya sido causada por un accidente dentro del trabajo o por una enfermedad profesional. No obstante, existe otra modalidad, denominada accidente laboral, en la que el trabajador sufre una lesión como consecuencia directa de alguna de sus actividades de su profesión. Por tanto, para que ambas incapacidades sean reconocidas y aprobadas se deben cumplir con los requisitos amparados por la ley.
¿A quién concede la Seguridad Social la incapacidad?
Según José Ramón López, popular usuario de redes sociales y experto en materia fiscales y laborales, la Seguridad Social solamente va a conceder esta ayuda «si realmente la persona de verdad esté mal, a la que de verdad no pueda acudir a su puesto de trabajo por esta enfermedad». Por tanto, se deduce que ahora «no es necesario acogerse inicialmente a un baja temporal para, más adelante, tener derecho a la permanente«.
Por tanto, se trata de es un paso adelante para las personas que sufran un accidente o tengan una enfermedad grave que les imposibilite desempeñar su profesión habitual a largo plazo. «Lo que está claro es que si tú tienes una enfermedad que te incapacita para acudir a tu trabajo, tienes derecho a pedir una pensión por incapacidad permanente. Ya se vería el grado más adelante», anuncia el experto. Del mismo modo, explica que no hay una lista de enfermedades o accidentes que puedan acogerse a la cobertura.
Finalmente, concluye, la entrada en vigor de la conocida ley ELA, promovida socialmente por el exfutbolsita y paciente Juan Carlos Unzué, ha traído consigo misma una serie de modificaciones urgentes en la Ley General de la Seguridad Social, con el objetivo de agilizar el acceso a la incapacidad permanente.