Antes de comenzar dando mi opinión al respecto sobre las imágenes vistas en la que cientos de personas se manifestaban contra el uso de las mascarillas, debo decir que siempre he respetado y respeto el derecho de la libertad de manifestación. Pero hay algo que me perturba y me pone ciertamente nervioso.
En el artículo 21.2 de la Constitución Española dice que en casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes. Ayer, queridos políticos, se puso en peligro a personas de manera indirecta o directamente si alguno de los manifestante estuviera infectado por el COVID-19. Ya que como bien sabemos, se incumplían las medidas de seguridad y prevención para evitar la propagación del coronavirus.
Lo de ayer, respetando de nuevo ese «derecho de libertad a manifestarse», no debía haberse producido. Me produce muchísima tristeza de como se está gestionando esta situación y sobre todo por aquellos profesionales de la salud que aplaudíamos a las ocho de la tarde y que ya manifiestan sus desánimo por el comportamiento que se están dando en diferentes puntos de nuestro país.
Encerrado
En mi caso, que soy lesionado medular C7 y con afectación en mi capacidad pulmonar, esto, queridos, me «vuelve a encerrar» para no contagiarme de vuestra irresponsabilidad. Me frustra aún más los comentarios en el que dicen que los que tenemos más riesgos, somos quienes debemos prevenir más… claro, pero mi vida depende de tu actitud y por ende, estoy en la diana de este maldito virus por tu egoísmo.
Hago un llamamiento a los gobernantes, estos, que en la peor época y crisis vivida en España, están de vacaciones mientras los sanitarios tienen que romper su derecho y merecido descanso porque la segunda oleada ya está aquí, aunque sigan llamándole rebrotes… El virus no nos ha hecho ser mejores personas, ayer lo volvimos a ver, y lo que nos queda…