Una nariz taponada puede llegar a ser un serio problema para las personas que lo sufren. Tener la nariz congestionada es uno de los problemas más comunes en los meses de frío, pudiendo llegar a provocar enfermedades más peligrosas para nuestra salud si no lo controlamos antes de tiempo.
La congestión nasal viene producida por la inflamación de la membrana que cubre la nariz, lo que provoca una obstrucción que genera dificultad para respirar a través de las fosas nasales. Por lo general, esto está causado por un virus o bacteria, y el origen abarca desde un resfriado común a la gripe, por lo que los síntomas habituales son iguales a las de afecciones como la gripe, el catarro o las alergias.
Las congestiones nasales no son algo demasiado grave, sin embargo, puede acarrear diferentes problemas y secuelas que puedan producir otras patologías que puedan complicarse. Las bacterias y virus pueden colonizar las vías respiratorias altas y desencadenar la cascada de reacciones fisiológicas que acaban provocando la sensación congestiva.
Cómo curar una nariz congestionada
La congestión nasal puede comenzar con leves molestias en las faringes. Tras esto, aparece la congestión de la nariz que llega acompañada de líquido nasal claro, que en los días siguientes tienda a volverse verde, espeso y viscoso.
Por lo general, una nariz congestionada desaparece por sí solo al cabo de una semana, pero durante este tiempo podemos tomar una serie de remedios que nos ayuden a acabar con la congestión:
- Mantener el moco diluido
- Eliminar el moco mediante lavados nasales
- Sonarse la nariz correctamente
- Evitar que la congestión empeore al acostarse
- Hidrátate
Mantener el moco diluido
Para esto debemos de beber muchos líquidos y aplicar si lo necesitamos un paño caliente y húmedo en la cara. También puede ser una gran opción inhalar vapor unas tres veces al día con un humidificador en la habitación.
Eliminar el moco mediante lavados nasales
Realiza lavados nasales con aerosol de solución salina o un suero casero de agua y sal tres o cuatro veces al día para reducir las mucosidades en la nariz y garganta.
Sonarse la nariz correctamente
En vez de apretarnos con fuerza los dos lados de la nariz, lo ideal sería presionar fuertemente solo con un lado de la nariz con el dedo bajo el pañuelo y soplar por el otro lado. Esto debe alternarse con ambos lados para conseguir un vaciado de fosas nasales más efectivo.
Evitar que la congestión empeore al acostarse
Para esto debemos de mantenernos en posición erguida dentro de lo posible y con la cabeza levantada, para lo que podemos utilizar almohadas o cojines.
Hidrátate
Mantenerse hidratado cuando tu nariz está congestionada es algo que debemos tener muy presente. Todos los líquidos pueden ayudar a estar hidratado cuando estás enfermo, incluyendo el agua y las bebidas deportivas. Estas permiten disolver la mucosidad de las fosas nasales, empujando los fluidos hacia afuera de tu nariz y disminuyendo la presión de los senos nasales.