La humedad es la causa principal por la que aparece óxido en los grifos. Por este motivo, mantener una buena rutina de limpieza es fundamental para que no pasen a tener un aspecto sucio y en ocasiones, parecer que está en mal estado. Y es que el contacto constante con el agua, hace inevitable que estas manchas aparezcan.
De hecho, la humedad y la cal son dos de los enemigos del mantenimiento de cualquier grifería. Por este motivo, es imprescindible limpiar de forma periódica no solo los grifos externamente, sino los filtros y rejillas que contengan. Pues además de las manchas de óxido, en ocasiones este hecho puede llegar incluso a obstruirlos.
Pero, ¿Cómo podemos evitar el óxido en los grifos? Evitarlo es casi imposible, los grifos no son otra cosa que la parte final del conducto por donde sale el agua. Es decir, está continuamente en contacto con este líquido. Este hecho hace que mantenerlos secos, no sea una solución, pues su uso es inevitable.
Sin embargo, un primer truco puede ser tener un paño o toalla destinada únicamente a secar externamente el grifo tras cada uso. Esto evitará que se acumule rápidamente el agua, sin embargo, no evita que se acumule la cal, lo cual, también puede provocar el mismo mal. Es decir, es una solución intermedia, pero la limpieza periódica es inevitable.
QUITA EL ÓXIDO DE LOS GRIFOS CON ESTE TRUCO
Como hemos adelantado anteriormente, mantener una buena limpieza es el secreto a voces de un buen mantenimiento de la grifería de tu hogar. Sin embargo, en ocasiones es inevitable que aparezca algo de óxido en algunas partes de los mismo. Tranquilo porque tenemos la solución y lejos de necesitar productos caros o difíciles de encontrar, solo necesitas estos ingredientes que seguro tienes en casa.
Limón y bicarbonato. Es lo único que necesitas para acabar con el óxido de tus grifos. La solución es sencilla y eficaz. Para hacerlo de la mejor manera, lo ideal es partir un limón por la mitad, añadir bicarbonato y con esa parte en efervescencia, restregar la parte oxidada. Luego, solo será necesario enjuagar con un paño y secarlo bien.
OTROS TRUCOS CONTRA EL ÓXIDO Y LA CAL
Si el óxido es más irresistible de lo que preveías, siempre puedes aumentar un poco el nivel de intensidad aun con los mismo ingredientes. De este modo, lo ideal es que espolvorees bicarbonato por la zona afectada, exprimas un poco de limón y dejes actuar unos minutos. Tras ello, procede a pasar lo que te haya quedado de limón para arrastrar las partículas que se resistan y aclara.
Para la cal más difícil que se acumula, el vinagre blanco puede ser otra solución. En este caso, nos referimos a esas partículas que se calcifican en los filtros y boquillas de los grifos. En este caso, lo ideal es rellenar un recipiente pequeño con vinagre blanco y meter durante una media hora la boca del grifo y los filtros.
En cualquiera de los casos anteriores, una vez los ingredientes hayan hecho efecto, lo ideal es enjuagar bien con agua tibia y secar con un paño limpio. De este modo, eliminaras la cal y el óxido, y tus grifos se mantendrá como nuevos durante mucho más tiempo.