El sofá es sin lugar a duda el lugar que más peligro de mancharse tiene de toda la casa. El salón y concretamente este mueble, necesitan una limpieza periódica para eliminar todas las manchas del trote de cada día. Y es que en el sofá, es donde toda la familia se reúne para ver la tele, leer, descansar, e incluso en muchos casos, comer, cenar o desayunar. Es la zona más cómoda, tras la cama, en la que poder reposar cada vez que tengamos un momento de relax.
Esto lo convierte en la diana de todas las manchas. Pues, cuántas veces te has sentado a tomarte el café tranquilo y… mancha. O has decidido ver una peli junto a tu mascota y…. mancha. Y si tienes niños, entonces no te extrañará que cada resto de merienda o mancha que traiga de la calle, la deje impregnada en el sofá. Es más, una de las manchas más habituales cuando se tienen niños pequeños, es la de pintura, pues este es también el ‘lienzo’ donde deciden desplegar sus destrezas artísticas en muchas ocasiones.
Por este motivo, hay dos cosas que tienes que tener bien establecidas. Por una parte, una buena rutina de limpieza en la que repases y pongas a punto el sofá, para lo que necesitas productos efectivos y que no sean agresivos con la composición de tu mueble. Y una solución eficiente para cuando hay manchas específicas o los peques se ponen creativos con la pintura.
Es importante que sepas, que la prontitud será tu mayor aliado en estos casos. Es decir, cuanto antes te enfrentes a la mancha, más fácil será de limpiarla. Por tanto, no es mala idea que repases el sofá cada día en busca de nuevas manchas para así, no tener más dificultad el día de la limpieza completa. Pero, ¿Cuál es el mejor truco de limpieza para estos casos? Sigue leyendo porque te lo contamos a continuación.
Truco de limpieza para las manchas del sofá
Si tus hijos, sobrinos o cualquier pequeño que haya estado en casa, se ha puesto creativo, es importante que te enfrentes cuanto antes a la limpieza del sofá. Recuerda que la prontitud, jugará a tu favor. Sin embargo, no desesperes, el primer consejo es que no te lances a frotar sin pensar en nada porque lejos de quitar la pintura, podrías extenderla aun más.
Así pues, antes de determinar el método de limpieza, debes averiguar si la pintura con la que te han hecho la ‘gracia’ es a base de agua o aceite. En el primero de los casos, es más fácil de quitar, sin embargo si es el segundo caso, requerirá métodos más específicos. Concretamente, esta es la solución:
- Para manchas con pinturas de base de agua: Añade a un poco de agua tibia unas gotas de detergente. Luego humedece un paño limpio y frótalo suavemente por la mancha evitando un exceso de humedad.
- En el caso de pinturas con aceite: Añade a la misma mezcla de agua tibia con detergente, un chorreón de vinagre, e igualmente, dale suavemente a la mancha.
Recomendaciones a tener en cuenta
En cualquiera de los casos, es importante que antes de darle a toda la mancha, pruebes en la zona menos visible para comprobar que el material de tu sofá tolera bien esta mezcla. Pues aunque son productos habituales de limpieza, no siempre contamos con una tela que lo soporte, y puede estropearla o decolorarla y ser peor el remedio.
No obstante, si ves que no deteriora el sofá, frota suavemente por toda la mancha hasta que esta desaparezca. Una vez la quites, procura secar bien la zona empezando con quitar el exceso de humedad con un paño limpio y seco. Luego, deja la zona secar o ayúdate con algún artilugio como un secador de pelo con un programa de aire que no esté demasiado caliente.