Tener dinero en efectivo en casa no supone ningún delito, no es ilegal y no hay que pagar más impuestos por él. Si alguien prefiere guardar sus ahorros fuera de una entidad bancaria, puede hacerlo. Podríamos hablar de lo inseguro que puede ser, al menos que se tengan medidas como cajas fuertes o similares. No obstante, es una elección personal que cada uno debe tomar. Si esto es así, ¿Por qué se teme a Hacienda? Seguramente por un error de conceptos. El dinero puede estar en casa, pero declarado como si estuviese en el banco.
Este es el motivo por el que Hacienda toma todas las medidas posibles para controlar el movimiento de dinero en efectivo. Pues la mayoría de las veces, se intenta mover al margen de la ley. Hay dos razones mayoritarias por las que no se declaran algunos ingresos. En primer lugar, la economía sumergida. España es un lugar dónde aún no hay consciencia sobre este delito. Hay negocios, en los que es más habitual el cobro y pago con efectivo para ahorrarse los gastos establecidos por el Gobierno.
Otro de los ámbitos en los que se mueve dinero en efectivo sin declarar, es aquel procedente de negocios ilegales. Estos pueden ser el narcotráfico, contrabando, compraventa de armas, etc. Lógicamente, este dinero se mueve al margen de la ley. Por este motivo, la legislación en materia fiscal busca controlar cada movimiento sospechoso. No solo porque se esté defraudando al organismo, sino por el delito mucho más grave que puede esconder un tráfico sospechoso de dinero.
Cómo controla Hacienda tu dinero en efectivo
Hacienda fiscaliza todas las operaciones con dinero en efectivo que cumplan una serie de requisitos. Esto es gracias a un criterio automático mediante el cual, este organismo registra todos los movimientos en efectivo. ¿Cómo lo hace? Con la ayuda de un gran aliado: Los bancos. Las entidades bancarias tienen la obligación de comunicar a Hacienda todos los movimientos que impliquen la retirada o ingreso de más de 3.000 euros o cualquier operación en la que se utilice un billete de 500 euros.
Este servicio que prestan los bancos, está recogido en el artículo 93 de la Ley General Tributaria. Este apartado normativo dice que todas las entidades bancarias están obligadas a «proporcionar a la Administración tributaria toda clase de datos, informes, antecedentes y justificantes con trascendencia tributaria relacionados con el cumplimiento de sus propias obligaciones tributarias o deducidos de sus relaciones económicas, profesionales o financieras con otras personas».
Una vez ‘salta la alarma’ porque alguien haya movido más de la cantidad permitida sin justificar, el banco enviará toda la información necesaria a Hacienda. Las gestiones por las que se debe poner en sobre aviso a la Agencia Tributaria van desde movimientos de cuentas corrientes, depósitos de ahorro y a plazo, cuentas de préstamos y créditos, y demás operaciones activas y pasiva. Así que, si quieres evitar estar en el punto de mira de Hacienda y ahorrar dinero en efectivo, recuerda que debes incluir en la declaración de la renta la cantidad y el origen de ese dinero.