Las inspecciones de Hacienda son de los temas que más interés producen en el mundo de las finanzas, precisamente por la preocupación que aporta a la persona en la que el fisco pone el foco. Tener a la Agencia Tributaria indagando en tu economía, es decir, gastos ingresos y procedencia de tu renta, entre otras cosas, no es algo que a nadie agrade. Bien es cierto que se trata de un trámite habitual mediante el cual, el fisco puede controlar y detectar, posibles fraudes e irregularidades.
Este cometido es fundamental, pues en el fondo, con este control, Hacienda nos beneficia a todos. Sin embargo, la tensión viene muchas veces por temer haber incurrido en alguna ilegalidad, sin saberlo. Y es que no hay que olvidar, que el desconocimiento de la ley no no exime de ella. Es decir, que aunque no seamos conscientes de que hemos infringido una normativa, si es así, podemos ser sancionados. Por eso a todos nos puede poner nerviosos una inspección.
¿Cuál es la postura de Hacienda en las transferencias de padres a hijos?
¿Es posible que nos inspecciones Hacienda por una transferencia entre familiares? La respuesta es que sí. Pues aunque pueda parecer un trámite habitual y sin importancia, es mucho más complejo. Tanto es así, que este hecho puede conllevar sanciones económicas por parte de Hacienda.
Cabe señalar, que la Ley 10/2010, del 28 de abril, que regula la prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, establece en 10.000 euros la cantidad de dinero con el que se puede operar, incluso mediante el banco, sin obligación de tener que justificar el por qué. Sin embargo, hay una connotación importante que debemos tener en cuenta. ¿Qué pasa cuándo estas transacciones de dinero se hacen de padres a hijos? Pues por contradictorio que pueda parecer, esta relación familiar lo complica todo.
Hacienda aumenta el foco sobre las transacciones de dinero que se hacen de padres a hijos. La razón es que se trata de un trámite sobre el que suele sobrevolar un posible delito de evasión fiscal enmascarado en forma de donación. Es por ello, que Hacienda tiene previsto un límite específico para estos casos. Concretamente, cuando se trata de transferencias bancarias entre familiares, el límite para no tener que declararlo ante la Agencia Tributaria, es de 6.000 euros. Es decir, 4.000 euros menos, que el límite general establecido.
El por qué de esta diferenciación
Hacienda podría poner el foco sobre tu economía si realizar una transferencia económica a un familiar de más de 6.000 euros. Y es que a pesar de que puede parecer una práctica más habitual que si fuese a un desconocido, la Agencia Tributaria tiene potestad para pedir información detallada sobre el motivo y la procedencia del dinero. Tanto es así, que ante casos sospechosos, el fisco puede iniciar una investigación para determinar la naturaleza de la transacción a partir de los 3.000 euros.
Así que si tienes pensado realizar una transferencia a un familiar pensado que no hay ningún hecho ilícito en esta gestión, cuidado, porque las sanciones son bastantes cuantiosas. Concretamente, las multas de Hacienda por este tipo de acciones oscilan entre los 600 y 150.000 euros. Unas cifras que no debemos tomarnos a broma. No obstante, el importe exacto dependerá de la cantidad no declarada y de otros factores considerados por Hacienda.
Así pues, antes de realizar cualquier movimiento de dinero, es recomendable consultar la legislación fiscal vigente. Pues en muchos casos, podemos incurrir en un delito solo por pensar que estamos llevando a cabo un procedimiento sin importancia. En este caso, una transferencia de dinero a tu hijo u otro familiar. Este es un buen ejemplo de que el desconocimiento de la ley, nos puede salir aun más caro de lo esperado.