Más de un millón y medio de personas se benefician ya del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Sin embargo, esta cifra está aún lejos de los 2,3 millones de potenciales beneficiarios que el Gobierno preveía cuando puso en marcha esta ayuda hace ya más de dos años. Pero, ¿Cuál es el motivo? ¿No llega a todo el que lo necesita?
Lo cierto es, que es probable que muchas personas sean susceptibles de cobrar el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y no lo sepan, por tanto, no lo solicitan. Y es que alrededor de este ingreso, existen algunas dudas por las que es posible que potenciales beneficiarios no la estén cobrando. El error principal es de concepto.
Pues el Ingreso Mínimo Vital (IMV) no es una realmente una prestación. Se trata más bien, de una renta garantizada. Esto significa, que son unos ingresos con los que el beneficiario y su unidad de convivencia se aseguran un nivel de ingresos mensuales. La cuantía de estos ingresos no es fija, pues depende de los miembros de la unidad familiar y de si conviven menores con ellos.
Sin embargo, uno de los puntos diferenciales y por tanto, de por qué se determinar que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una renta garantizada y no una prestación, es porque es posible compatibilizar esta ayuda con otros ingresos. Es decir, el beneficiario puede trabajar y recibir ingresos u otro tipo de subsidios a la vez que el IMV, siempre que la suma de ellos no sumen ciertas cantidades.
LA COMPATIBILIDAD CON EL INGRESO MÍNIMO VITAL
A lo largo de estos dos últimos años desde que existe esta renta garantizada, sus condiciones se han modificado. En 2022, el importe establecido del Ingreso Mínimo Vital (IMV) de una persona se calculaba restando los ingresos a la renta garantizada de la unidad de convivencia de la que formase parte el beneficiario. Sin embargo, para el año 2023, los beneficiarios han mejorado sus condiciones, pues determinados porcentajes de los ingresos y rentas se consideran exentos. Es decir, ahora se puede cobrar más de Ingreso Mínimo Vital (IMV) a pesar de que se tengan otros ingresos.
Pero, ¿Cuál es el objetivo de este cambio? Combatir lo que se conoce como trampa de la pobreza. Esto no es más, que la posibilidad de que algunos beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV), rechacen la posibilidad de entrar de nuevo en el mercado laboral por miedo a perder esta ayuda o a ver disminuidos sus ingresos. Por tanto, ahora es posible mantener esta ayuda hasta con unos ingresos que supongan un máximo del 60 por ciento de la renta garantizada para su unidad de convivencia.
CANTIDADES MENSUALES SEGÚN UNIDAD DE CONVIVENCIA
El importe del Ingreso Mínimo Vital depende de los integrantes que formen la unidad de convivencia. Para este año 2023, las principales cifras según este dato fundamental, son:
- Unidades de convivencia de un adulto: 565,37 euros al mes.
- Unidades de convivencia de un adulto y un menor: 734,99 euros al mes.
- Unidades de convivencia de un adulto y dos menores: 904,60 euros al mes.
- Unidades de convivencia de un adulto y tres menores: 1.074,21 euros al mes.
- Unidades de convivencia de un adulto y más de tres menores: 1.243,83 euros al mes.
- Unidades de convivencia de dos adultos: 734,99 euros al mes.
- Unidades de convivencia de dos adultos y un menor: 904,60 euros al mes.
- Unidades de convivencia de dos adultos y dos menores: 1.074,21 euros al mes.
- Unidades de convivencia de dos adultos y más de dos menores: 1.243,83 euros al mes.
- Unidades de convivencia de tres adultos: 904,60 euros al mes.
- Unidades de convivencia de tres adultos y un menor: 1.074,21 euros al mes.
- Unidades de convivencia de tres adultos y más de un menor: 1.243,83 euros al mes.
- Unidades de convivencia de cuatro adultos: 1.074,21 euros al mes.
- Unidades de convivencia de cuatro adultos y un menor: 1.243,83 euros al mes.