Tony Memmel, de 34 años, de Nashville, Tennessee, nació sin su mano izquierda. Desde pequeño le gustó la música, particularmente la guitarra. A pesar de no conocer a ningún músico que tocase este instrumento sin un brazo, se las ingenió para aprender a hacerlo de manera autodidacta.
A los 13 se pudo comprar su primera guitarra y se pasó ocho años aprendiendo cómo sacarle todo el partido dentro de sus posibilidades. Hoy, Tony es un cantante y compositor galardonado. Sus canciones han inspirado a personas de todo el mundo con sus mensajes de perseverancia, esperanza y amor.
Y no solo eso, su objetivo es transmitir su talento a la próxima generación de amputados y enseñar a los niños a los que les falta alguna extremidad cómo tocar la guitarra ayudándolos a desarrollar métodos únicos y personalizados que les permitan hacerlo.
En una entrevista para el portal The Active Amputee, Tony Memmel contó cómo pasó de tener una afición a una misión en la vida:
«Aunque mis primeras motivaciones fueron simplemente poder escribir y tocar mis propias canciones, a medida que tocaba en más conciertos y comenzaba a hacer giras, comencé a recibir correos electrónicos y mensajes de Facebook de personas de todo el mundo con alguna extremidad amputada.
Fue así como se me reveló la misión de mi vida. Mi verdadera esperanza es ayudar a la próxima generación de músicos, atletas, científicos, artistas, médicos e ingenieros adaptativos (y no adaptativos) a dejar que sus luces brillen y a mirar cualquier obstáculo con positividad y profundidad».
Como parte de su objetivo, Tony Memmel es embajador en la organización sin ánimo de lucro ‘Lucky Fin Project’. Este grupo sirve de apoyo para niños amputados de manos o de alguna extremidad.