Todas las enfermedades que pueden dar derecho a una incapacidad permanente, según expertos

Para que una enfermedad de derecho a cobrar una incapacidad permanente, es obligatorio que reúna una serie de condiciones exigidas por la Seguridad Social

Enfermedades para cobrar una incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

Una pensión de incapacidad permanente puede derivar de accidente de trabajo, enfermedad profesional, enfermedad común o accidente no laboral. Sin embargo, para obtener una incapacidad permanente son claves las limitaciones y secuelas.

Es decir, el trabajador debe acreditar que existen unas secuelas o dolencias crónicas derivadas de una enfermedad o accidente. Unas secuelas que le generan limitaciones a la hora de desarrollar su profesión habitual o cualquier otra actividad laboral.

Condiciones de las enfermedades para incapacidad permanente

La Seguridad Social no cuenta con un listado específico de enfermedades que dan derecho a cobrar una pensión de incapacidad permanente. No obstante, existen algunas patologías por las que existe una mayor probabilidad de que se conceda una pensión de incapacidad.

Enfermedades para cobrar una incapacidad permanente
Enfermedades para cobrar una incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

Cualquier enfermedad o accidente pueden ser susceptibles de causar el derecho a generar una incapacidad permanente. Para ello, es necesario que dicha enfermedad o accidente generen limitaciones en el ámbito laboral para el ciudadano.

Todo depende del tipo de enfermedad, la gravedad de la misma, la situación del paciente y la profesión habitual del afectado. Es decir, una misma enfermedad puede ser incapacitante laboralmente para un trabajador y para otro no. Igualmente, puede variar el grado de incapacidad permanente según la situación del trabajador para una misma enfermedad.

Con todo ello, los expertos de ‘Fidelitis’ exponen que «se considerará enfermedad incapacitante a aquélla que cause reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen la capacidad laboral».

Esto es algo que deben tener en cuenta todos los ciudadanos a la hora de realizar una solicitud de incapacidad permanente. Si tienes dudas sobre si tu enfermedad puede ser incapacitante, es recomendable consultar a un abogado especialista en incapacidades laborales.

Incapacidad permanente por varias enfermedades

Un ciudadano puede obtener una pensión de incapacidad permanente debido a diferentes enfermedades. Normalmente, si el trabajador presenta dos o más enfermedades, aumentan las posibilidades de obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Además, también es posible solicitar una revisión del grado de incapacidad reconocido inicialmente, en caso de que aparezcan nuevas patologías que afecten al ámbito laboral o a la calidad de vida del ciudadano.

Por ejemplo, es posible pasar de una incapacidad permanente total a una incapacidad permanente absoluta. También de una incapacidad permanente absoluta a una Gran Invalidez.

En algunos casos, el paso a una Gran Invalidez puede llegar a provocar un aumento sustancial del importe de la pensión de incapacidad permanente, superando incluso los 4.500 euros. Además, la pensión de Gran Invalidez está exenta de tributar al IRPF, al igual que las pensiones de incapacidad permanente absoluta.

Como conclusión, los profesionales de ‘Fidelitis’ exponen que «existen multitud de enfermedades que pueden dar derecho a una incapacidad permanente (algunas son físicas y otras son trastornos mentales), puesto que lo relevante son las secuelas que genere cada una o en su conjunto».

Cuando la incapacidad permanente deriva de enfermedad común, el trabajador debe acreditar un periodo mínimo de cotización en función del grado de incapacidad solicitado. Sin embargo, cuando procede de enfermedad profesional, no es necesario cumplir ningún requisito de cotización. Tampoco se exige requisito de cotización en caso de accidente de trabajo o accidente no laboral.

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