La depresión es una enfermedad que afecta a 300 millones de personas en el mundo y constituye la principal causa mundial de discapacidad, sufriéndola entre el 8 y 12% de personas. Se estima que esta cifra vaya aumentando hasta convertirse en 2030 en la enfermedad más común, aunque esta cifra ya ha aumentando en este último año de forma considerable. Esta subida se debe a la pandemia mundial por coronavirus, que tanto la enfermedad como sus consecuencias sociales, han provocado un aumento de depresión e insomnio en la población.
Así, durante el mes de noviembre, el Consejo General de la Psicología de España (COP) ha realizado un estudio a la población española. Los resultados arrojan que 1 de cada 4 españoles presenta actualmente síntomas relacionados con la depresión.
Los estudios también han constatado que esta enfermedad, por norma general, afecta más a la mujer que al hombre, y en el peor de los casos, esta puede llevar al suicidio. El suicidio está considerado como la segunda causa de muerte entre las edades de 15 a 29 años, siendo la primera los accidentes.
La depresión puede presentar un grupo heterogéneo de cuadros clínicos, pasando desde cuadros leves y pasajeros, hasta cuadros severos con afección funcional y vital. Para determinar qué cuadro clínico presenta cada paciente, es necesario acudir al médico para que determine qué tipo es y qué tratamiento necesita. El médico para diagnosticar a una persona deberá desarrollar protocolos de actuación, con abordajes específicos, biológicos, psicoterapéuticos y psicosociales en función de cada paciente.
Tipos de depresión
Los trastornos depresivos tienen unos síntomas similares entre todos ellos como son el cansancio, tristeza, desilusión… pero pueden diferenciarse teniendo en cuenta la evolución de la enfermedad, la gravedad y su duración. De esta forma se distinguen lo siguientes tipos de depresión:

Depresión subclínica
Puede pasar desapercibida porque no se detecta la presencia de ánimo deprimido, pero sí otros síntomas como la irritabilidad, el pesimismo, la apatía, alteraciones del sueño…
Depresión posparto
Sucede cuando una mujer que ha dado a luz recientemente sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes después del parto. Hasta el 10 o 15% de las mujeres padecen depresión posparto.
Episodio depresivo mayor
Aparecen síntomas como la ansiedad, pesimismo, baja autoestima, apatía, alteraciones del sueño, pérdida de peso, pensamientos recurrentes de muerte, tristeza generalizada, etc.
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo
Aparecen síntomas emocionales con carácter depresivo tras vivir un acontecimiento traumático o estresante, ocurrido tres meses antes de la aparición esta enfermedad.
Trastorno distímico
Este trastorno es un tipo de depresión crónica, donde los síntomas se manifiestan de forma permanente durante un periodo de tiempo prolongado. Esta enfermedad la suelen padecer las personas adultas, y aunque hay días que pueden encontrarse mucho mejor, al poco vuelve a apareces los síntomas de la depresión.
Depresión enmascarada o «somatizada»
Se presenta con dolores o alteraciones en el cuerpo, su principal síntoma no se expresa mediante las emociones. En este caso predominan: la alteraciones gastrointestinales, como el estreñimiento o diarrea, sequedad en la boca, úlceras; respiratorias, como la dificultad a la hora de respirar o la sensación de asfixia; neurológicas y sensoriales, como fatiga, vértigo, mareo o dolores de cabeza; y genitourinarios, como la menstruación o infección de orina.
Depresión con síntomas psicóticos
Este tipo mezcla los síntomas afectivos normales de la depresión con ideas delirantes que están ligadas con el estado de ánimo, y producen ideas de catástrofes, ruinas y culpas. La depresión con síntomas psicóticos es de las más complicadas, debido a los episodios delirantes que sufre el paciente.
Trastorno bipolar
Es un trastorno que trata de la presencia de episodios reiterados en los que se alterna el ánimo deprimido con episodios de exaltación, viviendo en una montaña rusa de emociones constante.