Cuando fallece un familiar, resolver todo lo relativo a la herencia se convierte en una prioridad debido a la cantidad de trámites y plazos que deben cumplirse. Sin embargo, hay quienes piensan que se trata tan solo de repartir los bienes que tuviera el causante. Cabe recordar, que la herencia de una persona está formada por todos los bienes, derechos y obligaciones que posee la misma al momento del fallecimiento.
Por tanto, tras la muerte de una persona, se inicia el procedimiento que permitirá la transmisión de toda la masa patrimonial del causante a sus herederos. Para ello, la primera actuación de este procedimiento es la solicitud del Certificado Defunción. Esta se llevará a cabo en el Registro Civil y solo podrá llevarse a cabo una vez transcurridos 15 días desde el fallecimiento del mismo.
Una vez obtenido, el siguiente paso es solicitar el Certificado de Últimas Voluntades. Este trámite puede realizarse por correo postal, telemáticamente o de forma presencial en el Registro de Últimas Voluntades del Ministerio de Justicia en Madrid o en cualquiera de las Gerencias Territoriales del mismo repartidas por el territorio español.
Dicho documento, será el que nos indicará si el causante otorgó o no testamento, y en caso positivo, el nombre del Notario donde lo hizo. De este modo, sabremos si estamos ante un supuesto de sucesión testada o abintestato. Esto determinará un mayor o menor periodo de tiempo para poder adjudicarse la herencia.
La importancia del testamento para determinar el reparto de una herencia
Para el primero de los supuestos, es decir, que exista testamento, cualquiera de los herederos, con el Certificado de Defunción y el de Últimas Voluntades, puede acudir al notario y solicitar copia autorizada del mismo. Con esta documentación, ya estamos en disposición de que todos los herederos se personen en una notaría y puedan otorgar la Escritura de Aceptación y Adjudicación de Herencia. Esto significa, tomar posesión de los bienes heredados.
En el caso de que no exista testamento, cualquiera de los herederos puede acudir al notario, con el Certificado de Defunción, el Certificado de Últimas Voluntades y libro de familia del causante. Deberá ir acompañado de dos testigos, para proceder a otorgar el Acta de Declaración de Herederos Abintestato. Este documento, determinará quiénes son los herederos del causante y en qué cuotas heredan cada uno. Este Acta debe publicarse en un periodo de 20 días. Este hecho, retrasa la posibilidad de adjudicarse los bienes de la herencia aproximadamente en un mes.
El tiempo de espera depende del testamento
En síntesis, si existe testamento, podemos estar en disposición de firmar la Escritura de Aceptación y Adjudicación de Herencia en el plazo de un mes. Pero si no existe testamento, al tener que instar el Acta de Declaración de Herederos, el plazo puede llegar hasta los dos meses.
Cierto es, que no existe plazo para el otorgamiento de esta escritura de Aceptación de Herencia. Sin embargo, la práctica jurídica pone de manifiesto que cuanto menor es el tiempo que transcurre entre el fallecimiento de una persona y la aceptación de la herencia, menores problemas existen entre los herederos para realizar dicha partición de mutuo acuerdo.
No obstante, debemos tener en cuenta, que lo anteriormente expuesto es para el supuesto de que todo el procedimiento se realice de mutuo acuerdo entre todos los herederos del causante. En caso de no existir acuerdo, el asunto debe resolverse judicialmente en un procedimiento de Solicitud de División Judicial de Herencia. En esta situación, el plazo para adjudicarse la herencia, puede ser muchísimo más largo.