Teresa Perales sigue aumentado su palmarés tras conseguir su vigesimoséptima medalla paralímpica en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. La nadadora española se colgó la plata en los 50 metros espalda S5. Una medalla muy importante para Perales en un año complicado, marcado por las lesiones que pusieron en riesgo su participación en la capital japonesa.
«Creo que esta medalla ocupa el ‘Top 1’, es que me ha costado mucho y tiene mucha historia detrás. Le acompaña no sólo la mía personal sino la de la necesidad de todos de celebrar por todo lo que hemos pasado. Es muy especial y me ha hecho llorar mucho», afirmaba Teresa Perales tras recoger en el podio su metal.
Y es que a falta de un mes, Teresa Perales veía muy complicado lograr un buen resultado en los Juegos Paralímpicos. De hecho, llegó señalar que sería complicado estar en alguna final en los Juegos Paralímpicos fue porque entonces sólo podía nadar «con un brazo». «Poco después pude empezar con los dos. El cuerpo me ha aguantado, me ha acompañado y mi cabeza más. Cuando quedaban 15 días, he visto que llegado a este punto quería la medalla», señaló.
En este sentido, la española reconoció que hubo dudas de si se debía ir a Tokio. «Por mi parte no, desde fuera sí me propusieron quedarme y no venir, como no iba a ganar medalla, que no fuera».
Sin embargo, destaca que «la parte médica que ha estado conmigo a muerte y explicándome que era una situación complicada, pero reversible en cuanto me opere, que me va a solucionar todo. Yo quería venir», aclaraba Teresa Perales.
«Dicen que es rarísimo que esté compitiendo, no se lo explican», señalaba la leyenda del deporte paralímpico.
«Más nerviosa» que en su «primera campeonato»
Teresa Perales indicaba que en esta prueba se puso «más nerviosa» que en su «primer campeonato». «He estado todo el día con una taquicardia continua. Esta situación no la había vivido nunca, era enfrentarme a la competición y a una lesión importante y que en cualquier momento me podía jugar una mala pasada», advertía la nadadora.
Además, en esta prueba ha logrado el nuevo récord de España con 43.02, una centésima mejor que su oro en 2016. «Es muy fuerte, no me había acercado desde entonces a esa marca», detalló Teresa Perales.
Tampoco escondió que ha sido «muy duro» no poder estar con su marido y su hijo. «Es duro mirar a la grada y no ver a aquellas personas que quieres ver, a las que querría dar el mayor abrazo y a las que ahora tengo que esperar un montón de días para enseñarle todo este a mi niño que me ha llenado el móvil de todo y que estaba superfeliz», indicaba Teresa Perales.
«No he podido hablar con ellos todavía, pero mi marido estaba llorando y ahora en un rato lloraremos juntos», recalcó.
Por otro lado, la ganadora de 27 medallas paralímpicos explicó que «el nivel ha subido mucho» en esta cita, donde «se ha visto los países que han tenido la posibilidad de entrenar más y mejor».
La importancia de la adaptación del deporte paralímpico
«El deporte paralímpico es superprofesional y todos los avances en la natación convencional se aplican y se nota. Además, la novedad es un cambio en el criterio de clasificación que hace que todo varíe y que todavía nos estemos encontrando. Yo por ejemplo con la china no había competido porque la habían bajado de clase», manifestó Teresa Perales.
«Nosotros, la natación, tuvimos el punto álgido en Sydney 2000 y ahora tenemos muchísimo nivel. Quizá hay que cambiar la sensibilidad de que los deportistas con discapacidad necesitan sólo entrenar en clubes de personas con discapacidad y deben entrenar y competir con personas sin discapacidad porque eso hará que afloren más deportistas. Que cualquier club tenga una sección de adaptado facilitaría mucho la vida, es el escalón que nos falta», sentenció Teresa Perales.