Cómo se llevará a cabo el reparto de una herencia, preocupa especialmente a las personas que cuentan con una empresa familiar, así como a los que son muchos miembros. Y es que en el caso del futuro causante, evitar problemas familiares es el principal objetivo. Por la otra parte, son muchos los hijos que dependiendo de dicho negocio, también se preocupan de lo que pasará en el futuro cuando el cabeza, o cabezas de familia ya no estén.
Es por ello, que dejar organizada esta sucesión es fundamental, pues de lo contrario, el futuro del negocio puede verse comprometido por pleitos y peleas entre herederos que a su vez, descuiden el buen funcionamiento de la empresa. Es por ello, que a la hora de organizar cómo queremos repartir nuestra herencia, debemos tener en cuenta todos los factores. Y es que, dejar en herencia una empresa, no tiene por qué ser complicado, sin embargo, sí hay que dejarlo todo bien ‘atado’.
Dejar una empresa en herencia
Tengo una empresa familiar y quiero dejarlo todo previsto para cuando fallezca. Es decir, quiero organizarlo todo, para que no haya problemas con la herencia, ¿Qué puedo hacer? Lo primero que debemos entender, tal y como indica Dolores Torres desde la web ‘Notarios en red’, es a distinguir lo que es la propiedad de la empresa con la gestión y dirección de la misma. Y es que puede ser que sean las mismas personas las que se encargan de ambas, pero puede que no.
En este sentido, lo que queda en herencia es la propiedad de la empresa, y es eso lo que se debe organizar, pues en cuanto a la gestión de la misma, serán los nuevos propietarios los que ya tendrán la potestad sobre como gestionarla. Para ello, existen los protocolos familiares, una herramienta que puede ser muy útil para organizar la vida de las empresas familiares. Esto no es otra cosa que un contrato para regular las relaciones familiares y la organización empresarial.
Otra buena herramienta para dar relevo a otra generación en una empresa familiar, es lo que se conoce como un plan de sucesión. En este caso, se trata de una forma de organizar dicho relevo, sobre todo, para los puestos más importantes del negocio. Esto se hace habitualmente para tener previstas situaciones como una jubilación, u otras más impredecibles como el fallecimiento. En este caso, no se trata de organizar la sucesión en cuanto a propiedad, pero en cuanto a no dejar desatendida la gestión.
Hacer testamento: La mejor previsión
La mejor forma para dejar la propiedad de una empresa en herencia, es hacer testamento. De este modo, cualquier persona puede dejar establecido quien va a recibir su empresa o al menos, la parte de la propiedad de la empresa que le pertenece. Es importante este matiz que ya hemos recalcado anteriormente, pues en herencia se deja la propiedad. Esto significa que no es el cargo, ni ningún puesto.
Por otra parte, es posible diferenciar en un testamento entre usufructo o nuda propiedad. Esto significa, que podemos determinar quien será quien obtenga el derecho a disfrutar de los beneficios económicos de la empresa, aun sin adquirir la propiedad, que sería quien obtuviese el usufructo. A su vez, también podemos determinar quien será el nudo propietario, es decir, de quien dependerán el resto de los derechos como socio.
Cabe señalar, que el testamento es la herramienta más habitual para dejar establecido lo que queremos que suceda con nuestra herencia cuando ya no estemos. Por ello, da igual si se trata de una empresa, de viviendas o de otros objetos, en este documento se puede determinar a quién queremos dejárselo y en qué forma, eso sí, siempre conforme a lo establecido por la ley.