Sophia, la joven con malformaciones que se convirtió en un símbolo contra el odio y la discriminación al diferente, falleció a los 10 años de edad el pasado mayo de 2019.
Durante estos años, tanto su madre, Natalie, como su esposo, Mark, han luchado por ofrecerle la mejor vida posible. La noticia de que Sophia venía con malformaciones en su cara, manos y pies, la recibieron en la semana 34 de embarazo, según informó ABC.
Sophia, junto a sus padres, tuvieron que sufrir comentarios “crueles” cuando paseaban, por lo que decidieron ponerse manos a la obra y luchar para acabar con el odio al diferente. La pequeña tenía una enfermedad rara que le deformaba la cara, así como diabetes y el síndrome de Rett, una enfermedad degenerativa que le impedía andar y hasta valerse por sí misma.
La joven tuvo que someterse a más de 30 operaciones durante sus 10 años de vida, pero su madre decidió que ya no iba a someterse a más. Por ello, subió a las redes sociales la historia e su pequeña, así como fotografías de ella, lo que la convirtió en un símbolo, hasta el punto de que el expresidente Barack Obama le mostrase su apoyo.
“Nuestra #SweetSophia dejó esta tierra, rodeada de amor y adoración. En lugar de flores, le pedimos que done a www.sophias-voice.com. Una vez que salgamos de este aplastante dolor, continuaremos ayudando a otros en su memoria”, publicó su madre, Natalie Weaver, en su perfil de Twitter.