La octava edición del talent culinario de televisión Masterchef cuenta entre sus participantes con una persona con discapacidad. El pasado 13 de abril comenzó el programa, que aun no ha terminado de grabarse, debido a la crisis sanitaria del Covid-19.
A los castings de esta nueva edición se han presentado unos 30.000 aspirantes, de los que solo 17 concursantes lograron entrar. Un programa que ha ido creciendo con el paso de los años en España, y que con sus tres versiones (normal, junior y celebrity) cuenta ya con casi una veintena de ediciones.
Entre sus concursantes, y por primera vez, hay una persona con discapacidad. Ella es Sonsoles, una farmacéutica de Burgos. A sus 43 años, a pesar de ir en silla de ruedas, cree que a la vida hay que ponerle gansa y fuerza.
Sonsoles se considera una «loca de la vida” y amante de los viajes, de hecho cuenta con un blog donde cuenta sus aventuras en países como Argentina, Corea e Italia. Además, tal y como recoge la web de Masterchef, es una chica con suerte, está agradecida a la vida y MasterChef será una nueva experiencia que jamás olvidará.
Cuando tenía 21 años, Sonsoles sufrió un accidente que la privó de movilidad en las piernas, pero no de sus ganas de luchar. «Los límites se los pone cada uno», afirmó a su entrada en el programa.
«Yo ya no quiero que nada más me paralice la vida. Con una actitud positiva las cosas son mucho más fáciles. Ya he aprendido lo que es el dolor. Ahora me posiciono en aprender desde el disfrute», señalaba Sonsoles.
Convenció a los jueces con su actitud
Jordi Cruz, otro de los jueces del reality, aseguró que «lo que más valoramos es la actitud y tú nos acabas de dar un máster en actitud en dos minutos».
Con su energía positiva y, sobre todo, con sus dotes culinarias, Sonsoles logró entrar en el programa con un plato que le recordaba a uno de sus viajes. Realizó un ‘pad thai’ que traslado a los jueces hasta Tailandia.
Competirá en las mismas condiciones
Tal y como recoge El Mundo, Macarena Rey, productora ejecutiva del espacio y CEO de Shine Iberia, productora del formato junto a RTVE, valora positivamente este estreno de una concursante con discapacidad. «Llevábamos muchos años buscando porque es muy difícil encontrar a una persona con discapacidad que quiera o pueda enfrentarse a unas pruebas tan duras como las que planteamos», afirma.
A uno de los tres jueces, Pepe Rodríguez, chef del restaurante El Bohío, le preguntaron si Sonsoles iba a competir en las mismas condiciones que el resto de concursantes. «Debe ser así. No por nosotros, sino porque esta persona nos lo pidió encarecidamente. Y sino es que no tendría validez. El buenísimo no sirve para nada y en la cocina se puede jugar con muchas armas».
Sonsoles es una más, y como afirma Pepe, también «se lleva sus broncas». Tras el paso de las primeras semanas, donde ya tres concursantes han sido expulsado, ella sigue hacia delante, en busca, porque no, de ser la primera persona con discapacidad que logra ganar Masterchef.