La accesibilidad es una condición de los espacios públicos que permite que estos puedan ser transitados y vividos de manera segura y confortable por todo tipo de personas, incluida las personas con discapacidad. Al mismo tiempo, la accesibilidad es todavía un reto; en la actualidad se tiene en cuenta como base en la construcción de nuevos edificios e infraestructuras pero hasta ahora no se había contemplado o se había tenido únicamente en cuenta la discapacidad física (rampas, anchos de puerta, etc..)
Entre todas las buenas prácticas que debemos tener en cuenta para dotar de plena accesibilidad a los edificios e instalaciones se encuentra:
- Diseño universal desde el inicio de un proyecto
- Garantía de accesos y circulación seguras
- Aseos accesibles
- Uso de la tecnología
- Espacios comunes inclusivos
- Capacitación de las personas que trabajan en los edificios
- Señalización clara y siguiendo criterios de accesibilidad bien aplicados
En este último punto, el diseño de la señalética, el equipo de Implaser cuenta con gran experiencia. La información de las señales debe cumplir una serie de características para que todas las personas, independientemente de sus habilidades físicas, sensoriales o cognitivas puedan comprender las indicaciones. Al mismo tiempo, es importante que los diseños cuenten con una estética acorde a la identidad visual de las organizaciones que se encuentran en los edificios o de los eventos que se celebren.
Elementos para una diseño inclusivo en las señales
Entre los elementos que debemos tener en cuenta están el texto, la imagen y el color. El texto que contengan las señales debe ser claro y legible. Para ello, se trabaja con la tipografía, el cuerpo de los caracteres o tamaño del texto y el contraste entre el texto y el fondo.
Lo ideal es utilizar fuentes llamadas letras “de palo” que sean fáciles de leer. Es recomendable evitar tipografías decorativas o cursivas. En cuanto al cuerpo del texto, el diseño debe asegurar que el tamaño de la letra sea lo suficientemente grande para ser legible; a la distancia adecuada a su funcionalidad. Además se debe priorizar un alto contraste entre el texto y el fondo para facilitar la lectura a personas con baja visión.
Los pictogramas que se usen deben ser universales y con diseños estándar, simples y en una posición con la que se refuerce el mensaje. Las imágenes que se elijan facilitan la comprensión si son aquellas que se utilizan en normativas de accesibilidad y diseño universal. Además, deben carecer de detalles innecesarios para ser interpretados fácilmente.
Herramientas accesibles para las personas con discapacidad
La escritura Braille y el relieve son elementos que ayudan a las personas con discapacidad visual. Por eso, es recomendable incluir el texto en braille junto al texto visual. Este tipo de escritura debe cumplir con las normativas de tamaño y espaciado para facilitar la lectura. Además del texto, los pictogramas también tienen que estar en relieve para que puedan ser identificados al tacto.
El uso del color es otro elemento que facilita la comprensión a través del contraste o el simbolismo. En este sentido, los colores deben contrastar, con combinaciones de colores que sean claramente diferenciales como el negro sobre el blanco o el amarillo o el blanco sobre el azul o el negro. Por otra parte, hay que tener en cuenta que hacemos asociaciones culturales al atribuir significado a los colores, este es nuestro factor de comunicación prioritario. Por ejemplo, asociamos el color rojo al concepto de “prohibido” y el azul se refiere a las indicaciones o información.
Pero ¿todas las personas vemos el color de la misma forma? Hay un tipo de discapacidad visual, el daltonismo, que afecta a millones de personas que experimentan dificultades en la integración social.
Para ayudarles en su día a día, se ha creado el Color ADD, un código de símbolos que representan los colores primarios -azul, amarillo y rojo- además del blanco y el negro. Sobre la base de la Teoría de Adición de Color se pueden relacionar los símbolos del código Color ADD e identificar toda la paleta de colores. Estos símbolos se sitúan sobre el color en sí, de manera que todas las personas, daltónicas o no, puedan identificar el color al mismo tiempo.
Estas características deben aplicarse de manera consistente a todas las señales que se instalen en un edificio. Los colores, las tipografías y los estilos tienen que ser uniformes para facilitar la familiarización del usuario con las indicaciones. Por otra parte, los mensajes deben ser coherentes ya que las variaciones podrían confundir a los usuarios.
Un buen diseño es más eficaz si su ubicación es la correcta
Como complemento a este diseño, hay otros elementos a tener en cuenta para una plena accesibilidad de las señales: el idioma, la integración con la tecnología y la ubicación de las señales.
En entornos multiculturales, incluimos las traducciones en los idiomas principales hablados en la región. Además, el lenguaje con el que redactamos es simple, con oraciones cortas y palabras sencillas para garantizar que la señal sea fácil de comprender incluso para personas con dificultades cognitivas. En nuestros diseños incorporamos tecnologías (QR, Navilens, etc..) a través de las que se puede acceder a la información por escrito y con sonidos.
Una vez fabricadas las señales, también tenemos en cuenta la ubicación, la altura a la que se colocan o la iluminación, ya que estas indicaciones deberían ser visibles incluso en condiciones de poca luz.
Para el diseño de señalética, en Implaser adoptamos un enfoque integral que combina la accesibilidad física, visual, táctil y tecnológica. Con esto no solo se beneficia a las personas con discapacidades sino que también mejoramos la experiencia de todos los usuarios al hacer los espacios más intuitivos, claros y fáciles de navegar. Es un paso clave en nuestro compromiso con la seguridad y la construcción de entornos verdaderamente inclusivos.