Según parece, los investigadores podrían haber resuelto la famosa paradoja del agujero negro de Stephen Hawking. Este es un misterio que ha intrigado a la comunidad científica desde hace medio siglo. Los últimos estudios realizados alrededor de esta paradoja han determinado que un factor llamado ‘pelo cuántico’ es la respuesta al problema.
En un primer artículo publicado en la revista Physical Review Letters, los científicos han demostrado que los agujeros negros son más complejos de lo que se pensaba originalmente. Estos agujeros negros cuentan con campos gravitatorios que contienen información sobre cómo se formaron.
Los investigadores han podido demostrar que la materia que colapsa en un agujero negro deja una marca en el campo gravitatorio. Esto es precisamente lo que se denomina como ‘pelo cuántico’.
En un artículo de seguimiento, que se ha publicado en la revista Physical Letters B, el profesor Xavier Calmet, de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Sussex, y el profesor Stephen Hsu, de la Universidad Estatal de Michigan, han determinado que los ‘pelos cuánticos’ resuelven la paradoja de la información del agujero negro de Stephen Hawking.
La paradoja del agujero negro de Stephen Hawking resuelta
En el año 1976, el profesor Stephen Hawking comentó que los agujeros negros, a medida que van desapareciendo, destruyen la información sobre el material que los había formado. No obstante, esa idea está en contra de la ley fundamental de la mecánica cuántica que establece que «cualquier proceso en la física puede revertirse matemáticamente».
En 1960, el físico John Archibald Wheeler, hablando sobre la falta de características observables de los agujeros negros más allá de su masa, giro y carga, comentó que «los agujeros negros no tienen cabello». Sin embargo, el ‘pelo cuántico’ recientemente descubierto les proporciona a los científicos otra visión ya que pueden preservar la información cuando un agujero negro colapsa. Esto resuelve uno de los misterios más famosos de la ciencia moderna.
El profesor Calmet comentó que «los agujeros negros se han considerado durante mucho tiempo el laboratorio perfecto para estudiar cómo fusionar la teoría general de la relatividad de Einstein con la mecánica cuántica. En general, la comunidad científica asumía que resolver esta paradoja requeriría un gran cambio de paradigma en la física, lo que forzaría la potencial reformulación de la mecánica cuántica o la relatividad general».
Al explicar el descubrimiento del ‘pelo cuántico’, el profesor Roberto Casadio, profesor de Física Teórica de la Universidad de Bolonia, dijo que «un aspecto crucial es que los agujeros negros se forman por el colapso de objetos compactos y luego, según la teoría cuántica, no existe una separación absoluta entre el interior y el exterior del agujero negro».
«En la teoría clásica, el horizonte actúa como una membrana unidireccional perfecta que no deja salir nada y, por lo tanto, el exterior es el mismo para todos los agujeros negros de una masa dada. Este es el teorema clásico sin pelo. Sin embargo, en la teoría cuántica, el estado de la materia que colapsa y forma el agujero negro continúa afectando el estado del exterior, aunque de una manera compatible con los límites experimentales actuales. Esto es lo que se conoce como ‘pelo cuántico'».