Un nuevo estudio científico ha puesto de manifiesto la importancia de la vitamina C para el ser humano. Conocido por todos es el poder de este micronutriente para fortalecer el sistema inmunológico, pero un nuevo trabajo de investigación pone de relieve una asociación respecto al cáncer de mama.
Este metaanálisis publicado en la prestigiosa GrassrootsHealth Nutrient Research Institute concluye que la vitamina C protege a las células del daño oxidativo que podría generar una progresión del cáncer. Además, este micronutriente también desempeña funciones dentro del sistema inmunológico para hacer frente a las infecciones y mejorar la respuesta inmunitaria.
En este sentido, este estudio arroja una luz de esperanza de forma natural para combatir el cáncer de mama. Y es que este tipo de cáncer es el más diagnosticado entre las mujeres en todo el mundo. Así, son muchos los estudios que han tratado de comprobar si la vitamina C podría tener una influencia positiva en las personas que a las que se le detecta este tipo de enfermedad.
En concreto, el metaanálisis que nos atañe se basó en analizar diez estudios diferentes en el que se organizaron un total de 17.696 casos de cáncer de mama. El objetivo era obtener una respuesta sobre el efecto de la ingesta de la vitamina C, tanto a través de la dieta, como mediante suplementos; así, como determinar la tasa de supervivencia de las mujeres con cáncer de mama.
¿Influye la vitamina C en la mortalidad por cáncer de mama?
Los resultados del metaanálisis fueron concluyentes. Los participantes que tomaron suplementos de vitamina C tras ser diagnosticados con cáncer de mamá mostraron un 19% menos de riesgo de mortalidad en general y un 15% menos de probabilidades de fallecer a causa del cáncer de mama; con respecto al resto de participantes en el estudio.
Si bien, los investigadores intentan profundizar en los resultados del estudio para explicar hasta que punto es beneficiosa la ingesta de vitamina C frente al cáncer de mama. Por cada 100 mg al día de vitamina C incluido en la dieta, el riesgo de morir en general disminuye en un 27% y en un 22 % en el caso del cáncer de mama.
Es decir, este profundo trabajo de investigación no solo demostró que la ingesta de vitamina C reduce el riesgo de mortalidad en los pacientes con cáncer de mama, si no que también disminuye las probabilidades de mortalidad en general.
¿Cuánta vitamina C es necesaria?
El estudio no pudo descubrir exactamente el nivel de ingesta de vitamina C asociado con un menor riesgo de mortalidad. Es decir, solo se pudo determinar que la ingesta elevada de este micronutriente se vinculó con un riesgo disminuido de morir.
Además, estudios complementarios también han demostrado que contar con niveles elevados de vitamina C en el organismo ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
En este sentido, desde el prestigioso Instituto Linus Pauling recomiendan realizar una ingesta de vitamina C de 400 mg al día. Si bien, dicha investigación sugiere que las dosis diarias deben ser de 500 mg a 6.000 mg diarios para ser efectivas respecto a diferentes afecciones, como reducir el riesgo de mortalidad por cáncer de mama.
Una dosis diaria bastante más elevada de lo que aconseja el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que establece las siguientes cantidades como suficientes en función de la edad y el sexo:
Etapa de la vida | Cantidad recomendada |
---|---|
Bebés hasta los 6 meses de edad | 40 mg |
Bebés de 7 a 12 meses de edad | 50 mg |
Niños de 1 a 3 años de edad | 15 mg |
Niños de 4 a 8 años de edad | 25 mg |
Niños de 9 a 13 años de edad | 45 mg |
Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad | 75 mg |
Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad | 65 mg |
Adultos (hombres) | 90 mg |
Adultos (mujeres) | 75 mg |
Adolescentes embarazadas | 80 mg |
Mujeres embarazadas | 85 mg |
Adolescentes en período de lactancia | 115 mg |
Mujeres en período de lactancia | 120 mg |
Así, desde el Instituto Linus Pauling aconsejan prácticamente sextuplicar la ingesta de vitamina C de una persona adulta para que este micronutriente cause efectos beneficiosos frente a determinadas enfermedades o afecciones de salud.