La Renta Mínima de Inserción es una ayuda económica aprobada por el Gobierno de España con el objetivo de reducir los niveles de pobreza entre la población en situación de vulnerabilidad. Si bien, cada Comunidad Autónoma gestiona en base a unos criterios estas rentas mínimas de inserción.
Precisamente, esa gestión por parte de las Comunidades Autónomas provocan que se establezca una importante diferencia en cuanto a la cobertura en unos territorios y en otros. Además, también se cruza en ocasiones con la solicitud del Ingreso Mínimo Vital y la Administración central.
Los últimos informes respecto a los beneficiarios de las rentas mínimas de inserción señalan que únicamente el 9% de las personas en umbral de pobreza recibe esta ayuda económica.
¿Qué es la Renta Mínima de Inserción?
La Renta Mínima de Inserción es una ayuda económica con gran demanda en España por parte de los ciudadanos, aunque su gestión no es la más deseada por todos; existiendo importantes diferencias en función de la Comunidad Autónoma.

En concreto, es una ayuda económica destinada a las personas o unidades familiares en situación de pobreza, con edades comprendidas entre los 25 y los 65 años de edad.
Además, otro requisito fundamental para ser beneficiario de la Renta Mínima de Inserción consiste en no tener ingresos mensuales de cualquier naturaleza superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que corresponda en cada momento. También deben estar inscritos como demandantes de empleo y encontrarse en situación de desempleo.
Igualmente, también podrían ser beneficiarios de la Renta Mínima de Inserción las personas menores de 25 años o mayores de 65 años que tengan alguna personas con discapacidad a cargo en un grado igual o superior al 45%.
El principal problema: La Gestión
El principal problema de la Renta Mínima de Inserción es la gestión propia de cada Comunidad Autónoma. Por este motivo, en algunos territorios el grado de cobertura es elevado, mientras que en otros es considerablemente bajo.
Algunas zonas como País Vasco o Navarra presentan una tasa del 60% de cobertura entre la población. En el lado contrario destaca una Comunidad Autónoma como Canarias o Castilla y la Mancha, con un porcentaje de cobertura que apenas alcanza el 2%.
Además, hay que tener en cuenta que la Renta Mínima de Inserción se concede de forma rápida a las personas que cumplan los requisitos establecidos para su acceso. No obstante, es compatible con otras prestaciones, como el Ingreso Mínimo Vital, cuya gestión recae en la Administración Central.
Esto ha provocado que en muchas ocasiones se hayan concedido ambas prestaciones de forma errónea, suponiendo un problema para la persona beneficiaria a la larga.
Para algunas personas beneficiaria de estas prestaciones supone un auténtico perjuicio recibir una notificación en la que la Seguridad Social o la administración pertinente informa sobre la obligatoriedad de recibir una cantidad económica que ha estado recibiendo por error.
En este sentido, se reclama una mejor gestión y más coordinada para que un mayor número de ciudadanos pueda acceder con facilidad y sin problemas tanto a la Renta Mínima de Inserción como al Ingreso Mínimo Vital.