Una dieta saludable tiene un sin número de enemigos, siendo los principales los alimentos ultraprocesados y por supuesto todos los aditivos que contienen.
Porque si, los aditivos están en la alimentación nos guste o no, lo cual ha sido muy cuestionado por los nutricionistas y expertos de la salud.
Anteriormente hablamos sobre tres componentes de este tipo y que son los más comunes dentro de la industria alimenticia. Los mencionados hoy están igualmente dentro del ojo del huracán por los efectos no tan positivos detectados en la salud.
Por consiguiente, lo más importante no es solo evitar estos compuestos o erradicarlos de la dieta; sino saber que afortunadamente ya existen aditivos más saludables que poco a poco han sido integrados en la producción de alimentos.
Entre los efectos más perjudiciales en la salud, están relacionados con daños al sistema endocrino, digestivo e hipertensivo.
Para saber más de estos ingredientes, te recomendamos leer este artículo y que cuestiones seriamente qué tan sano es lo que comes o pones en tu mesa.
¿Qué son los aditivos?
Son compuestos químicos muchas veces sintetizados a partir de lo que se encuentra en la naturaleza; para agregarlos a las comidas y evitar que se dañen rápidamente, dar color, espesor y sabor.
Según estadísticas, al menos un 70% de la dieta humana está repleta de alimentos procesados y llenos de aditivos; hecho que causa alarma en los doctores.
3 aditivos nocivos para la salud

Antioxidantes
Los antioxidantes no solo sirven para nutrir el organismo, sino para alargar el período de caducidad de los alimentos.
Asimismo, retrasan la descomposición química y evitan que la grasa se enrancie rápidamente.
Como tal no es un conservante y los que no son bien vistos son los siguientes:
Galatos E-310 a E-312
Puede ser causante de la cianosis en los niños; enfermedad que se caracteriza por la oxigenación insuficiente de la sangre.
De igual manera forma afecta el sistema inmunitario.
Butilhidroxianisol (E-320 o BHA)
Son los más cuestionables de todos los aditivos y según los estudios, favorecerían la aparición del cáncer y demás alteraciones a nivel del sistema inmune.
Asimismo, podrían causar daños hepáticos y hormonales. Se tiene pronosticada la prohibición del BHA a largo plazo.
Ortofosfato de sodio de E-339
Evita de absorción del calcio, el hierro y magnesio y se utiliza en bebidas refrescantes o gaseosas.
Potenciadores de sabor en la dieta
Son los responsables de no poder sacar de la dieta ciertos productos, pues sirven para generar adicción.
Igualmente funcionan para suplir las necesidades de calidad de los alimentos.
De este grupo los cuestionados son los glutamatos E-620 a E-625, que pueden causar el síndrome del restaurante chino; el cual desencadena otros problemas como la rigidez, presión en la cabeza y sienes.
De acuerdo a los estudios se responsabiliza de problemas con el aprendizaje, fertilidad, ataques de hambre y obesidad.
Edulcorantes y la dieta
Aplicados en los alimentos para reducir la cantidad de calorías en la dieta. Los más famosos son la estevia, melaza, azúcar de coco y jarabe de arce.
No obstante, estimulan el apetito descontrolado y habitúan el gusto a un sabor dulce.
Acesulfano K E-950
De acuerdo a estudios realizados en animales de laboratorio, causa alteraciones del material genético.
Aspartamo E-951
Su presencia en la dieta puede resultar peligrosa, ya que se asocia con un sin número de enfermedades como el cáncer aunque aún no son estudios con un 100% de veracidad.
Puede generar confusión en el organismo porque químicamente es parecido a un péptido o a las hormonas.
Gran parte de la comunidad científica está de acuerdo en su prohibición mientras se esclarecen sus efectos reales.
Sacarina E-944
Al igual que los ya mencionados, los estudios en torno a la sacarina son contradictorios, por lo que se aconseja evitarlos o sacarlos de la dieta.
Recomendaciones finales para una dieta sana
La mejor forma de evitar los aditivos es revisando el apartado de nutrientes de lo que compra en el supermercado; así como integrar a la dieta frutas y verduras.
En el caso de los postres, cocinelos en casa y trate de incluir harinas integrales sin dejar de lado el buen gusto.