Es una práctica habitual el hecho de ir prestándose dinero entre miembros de la familia, que normalmente van en orden descendente. Es decir, el padre o madre de una familia es el que suele darle una especie de paga, bien periódica, bien puntual, a los más pequeños de la casa -y no tan pequeños-, que ayuda a darles un empujón económico a aquellos que todavía no tienen la solvencia económica necesaria. ¿Hasta qué punto es legal que un padre realice una donación a un hijo?
Esto es lo que vamos a aclarar en este artículo, donde daremos cuenta tanto de las excepciones de IRPF que hay en algunos casos tanto de las obligaciones que impone Hacienda, por más que los miembros de nuestra familia no dejen de ser personas de confianza. En el caso de las personas más mayores, a veces estos préstamos suelen ser de cantidades algo mayores, y claro, lo bueno de esta circunstancia, más allá de la flexibilidad que pueden otorgar los padres, es la clara falta de intereses.
¿Debo tributar el IRPF de una donación?
Para quienes quieran tener a mano lo que realmente se debe hacer, y más allá de que sea una práctica extendida entre padres e hijos o entre hermanos, la donación es algo que se puede llevar a cabo en cualquier momento, pero implica que tanto el donante como el donatario tributen en el IRPF.
¿Qué importe de IRPF correspondería a un dinero prestado entre familiares o amigos? Pues depende de cada comunidad autónoma, donde se dispone de 30 días desde que se recibe el importe hasta realizar el pago del impuesto. Por lo que Hacienda fija siempre que todas las donaciones deben ser declaradas, aunque eso no quiere decir que haya cantidades que suelan pasar desapercibidas por Hacienda.
¿Cuál es el límite por el que empieza a sospechar Hacienda?
Aunque lo cierto es que la Ley 11/2021 o Ley Antifraude ha relativizado estos recargos, el objetivo de Hacienda ha pasado a cobrar menos, pero a cobrar igualmente. Y es que este órgano fiscalizador exige a los bancos y entidades financieras que informen de todos aquellos movimientos que superen los 3.000 euros, sobre todo con billetes de 500 euros.
De forma que ninguna donación por debajo de esa cantidad debe resultar digna de sospecha para Hacienda, pero eso no quiere decir que la agencia pública no pueda reclamar el tributo por la donación al que nos hemos referido anteriormente. Hay un plazo de cuatro años para solicitar el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, pero hay que informarse bien de cómo funciona en cada comunidad autónoma.