Con la gran cantidad de cremas y productos cosméticos que existen actualmente en el mercado, lo mejor es conocer qué tipo de piel tienes para poder comprar aquello que realmente sea necesario. Así, conocer esto es bastante sencillo y solo tendrás que seguir unos sencillos pasos para conseguirlo. Aunque lo mejor es que acudas a un profesional que te aconseje acerca de qué necesidades tiene tu piel para evitar problemas cutáneos en el futuro. Cada una es un mundo, y se merece un cuidado diario especializado para mantener su bienestar.
La mejor forma de saber cómo puedes cuidar tu piel es sabiendo cuáles son sus características. Algunas de las opciones posibles son: piel grasa, mixta, seca, con tendencia acneica, piel madura, etc. Lo cierto es que vamos a poder elegir entre una gran cantidad de cosméticos para cada tipo de necesidad. Por lo que no vamos a tener que preocuparnos en buscar demasiado ya que estos se encuentran en muchas tiendas especializadas, así como en una gran cantidad de supermercados. Los cuáles comercializan tanto marcas propias como de terceros.
Cómo saber tu tipo de piel
El desconocimiento del estado de nuestra dermis puede hacer que caigamos en el error de usar productos que no nos beneficien para nada. Por lo que este paso en la rutina mensual es esencial para cuidar la piel y no usar productos que dañen el tejido cutáneo. Así, los pasos a seguir para saber qué tipo de piel tienes son dos:
Lavar el rostro y esperar 30 minutos
En el momento en el que limpias a fondo tu rostro, debe pasar un período de tiempo determinado para que todas las células se pongan a trabajar para volver a nutrirla. Pero lo cierto es que estas pueden tardar más o menos dependiendo de tu tipo de piel. Si después de 30 minutos ves que no ha aparecido ningún tipo de brillo, sobre todo en la zona de la frente, la barbilla y el mentón, es que tienes un tipo de piel seca.
Por el contrario, si has visto que pasado ese tiempo ha aparecido algún brillo en esa zona, hablaremos de mixta o también normal. Si al sumarle otros 30 minutos, exudan también los pómulos, se trata de una piel grasa.
Usar un papel absorbente para observar la cantidad de grasa
Por otro lado, también podemos comprobar qué tipo de piel tenemos aplicando un trocito de papel absorbente en la zona de la frente, la nariz y la barbilla para ver qué cantidad de grasa se queda impregnada. Si ves que hay demasiada, es que seguramente es grasa. Por el contrario, si el papel aparece ligeramente manchado pero no en exceso, es que tu piel es seca o normal.
Si solo transfieren frente y nariz, la piel será normal o mixta. Si, por el contrario, el papel finaliza repleto de sebo, estaremos ante un tejido graso. En caso de que el secante muestre muy poca o nada de grasa, definitivamente será una piel seca.