Llegan los meses calurosos del año y hay que estar bien preparado. Eso implica que cuidemos de nuestra piel, tanto si va a darnos el sol durante muchas horas como si van a ser pocas. Toda protección es poca en estos casos en los que podemos tirar de protectores solares que nos impedirán que nuestra piel no se queme, y esas quemaduras terminen desembocando en algún problema de salud de importancia. Que puede pasar.
De ahí que debamos ser conscientes de la importancia real que supone el hecho de echarnos crema solar para evitar las horas centrales de calor que pueden arruinarnos el día.
No sólo se habla de quienes van a la playa o la montaña en julio o agosto, sino de cualquier tipo de persona que vaya estar expuesta: vaya a disfrutar de un concierto al aire libre o trabaje bajo el sol.
Todos deben tener el compromiso de cuidar de su piel para evitar problemas posteriores. Nuestra epidermis lo notará en cualquier sentido, claro, si además de hidratarnos con la crema solar protegemos nuestra piel con la sombra.
¿Cuál es la diferencia entre los rayos UVA y los rayos UVB?
Por un lado, los rayos UVA suelen tener menos carga de energía, ya que su longitud de onda es de 320-400 nm, pero pueden tener mayor incidencia sobre nuestra piel.
Son, por ejemplo, responsables del fotoenvejecimiento de la piel, la aparición de manchas, alergias solares e incluso causante de algún tipo de cáncer de piel.
Por su lado, los rayos UVB tienen más energía, con una longitud de onda de 290-320 nm, pero se quedan siempre en la superficie de la piel. La radiación ultravioleta que llega a la tierra es del 5%, y son responsables del famoso bronceado.
No tienes nada de lo que preocuparte en este sentido porque los protectores solares te protegen tanto frente a los rayos UVA como a los UVB.
En ese mismo contexto, es importante señalar que el factor de protección solar, el famoso número de las cremas solares, es un indicador del tiempo que puedes poner la piel sin que se dañe.
Es decir, si tu piel aguanta 20 minutos en quemarse sin protección, con una SPF10 tardarías diez veces esa cantidad de tiempo: 200 minutos.
¿Cuáles son los grandes riesgos de no ponerse protección frente al sol?
Hay riesgos asociados a la ausencia de protección teniendo en cuenta la gran exposición solar de estos meses. Te dejamos aquí una lista de los más frecuentes:
- Eritema o quemadura solar
- Aparición de zonas pigmentadas como manchas o pecas
- Aceleración del fotoenvejecimiento de la piel
- Pérdida de elasticidad
- Riesgos oculares (fotoqueratitis o fotoconjuntivitis)
- Reduce las defensas de nuestro sistema inmunitario
Como ves, debemos tener mucho cuidado a la hora de exponernos al sol durante horas y aplicar la protección solar que nos toque a cada momento.