Un nuevo estudio realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) concluye que retrasar la edad de jubilación puede «aumentar significativamente» el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años de edad. Así, España se encuentra en pleno proceso de incremento de la edad de jubilación.
En la reforma de pensiones del año 2011 se firmó una medida para aumentar la edad de jubilación en España en dos años (de 65 a 67 años), en un horizonte de 15 años. Así, en 2027, la edad ordinaria de jubilación para acceder al 100% de la base reguladora será de 67 años, para aquellos con una cotización inferior a 38 años y seis meses a la Seguridad Social.
Además, en la reforma de pensiones del año 2022, liderada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se han aprobado medidas para incentivar el acceso a la jubilación demorada.
Retrasar la jubilación aumenta el riesgo de muerte, según estudio
El estudio realizado por Fedea se denomina ‘El impacto de la edad de jubiación sobre la mortalidad’. Para ser más exactos, los resultados ofrecen que un retraso de un año en el abandono del mercado laboral puede aumentar en cinco puntos el riesgo de morir entre los 60 y 69 años.
Este análisis ha puesto el foco en una muestra de personas que iniciaron sus cotizaciones en los años 1966 y 1967; junto con aquellos que comenzaron a cotizar un año antes y un año después del 1 de enero de 1967. En dicha fecha se modificó la edad de jubilación anticipada en España.
Se trata de un estudio interesante, puesto que determina que el riesgo de muerte es más latente en las profesiones que exigen un mayor rendimiento físico y aquellas que conllevan un importante estrés emocional y mental.
Sin embargo, el riesgo de fallecimiento disminuye en trabajadores con mecanismos de acceso a la jubilación parcial y que pueden reducir su carga de trabajo a partir de una determinada edad.
Conclusiones del estudio
Según los responsables de este estudio sobre mortalidad y jubilación, los trabajadores que comenzaron su cotización a partir de enero de 1967, muestran 2,5 puntos porcentuales más de probabilidad de morir antes de solicitar la pensión de jubilación.
Si bien, el estudio de Fedea también centra su análisis en otros factores que pueden incidir en los efectos negativos sobre el retraso en la jubilación, como la carga física, nivel de cualificación profesional, carga psicosocial o autovaloración del trabajo.
El estudio de Fedea también establece que el reconocimiento laboral y la sensación de logro afecta a las probabilidades de morir antes en caso de optar por retrasar el momento de la jubilación. Concretamente, el riesgo de fallecimiento incrementa entre los profesionales de sectores de baja autovaloración.
Debido a los resultados obtenidos en este llamativo estudio, desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) aconsejan combinar la jubilación flexible con el incremento de la edad legal de jubilación. Además, también reclaman una mayor permisividad respecto a la jubilación anticipada en los sectores que impliquen un importante agotamiento físico o mental.