Para acceder a una pensión contributiva de jubilación en España es necesario cotizar como mínimo 15 años durante la vida laboral, siendo 2 de ellos inmediatamente anteriores al acceso a la jubilación. Sin embargo, los ciudadanos y ciudadanas también pueden percibir la conocida como pensión no contributiva.
Las prestaciones no contributivas son aquellas que se reconocen a ciudadanos que se encuentran en situación de vulnerabilidad y carecen de recursos suficientes para su subsistencia. Es una pensión a la que pueden acceder aunque no hayan cotizado nunca o menos tiempo del suficiente para percibir una pensión contributiva.
Así, la gestión de las pensiones no contributivas, tanto de jubilación, como de incapacidad, recae en los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma y las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Las pensiones contributivas dependen directamente de las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social durante la vida laboral del beneficiario, mientras que las no contributivas dependen principalmente de un requisito de carencia de rentas en cómputo anual.
Beneficiarios de la prestación
La pensión no contributiva de jubilación es una prestación que tiene como objetivo garantizar a todos los ciudadanos mayores de 65 y en situación de vulnerabilidad económica, una prestación económica, asistencia farmacéutica-sanitaria gratuita y servicios sociales complementarios.
Así, serán beneficiarios de este tipo de prestación los ciudadanos españoles y también de otras nacionalidades que cuenten con residencia legal en España. Eso sí, siempre que cumplan una serie de requisitos establecidos previamente.
Además, hay que tener en cuenta que a partir de 2022, las pensiones no contributivas y las pensiones mínimas contributivas de jubilación aumentarán en un 3%, de acuerdo a las palabras del ministro de Inclusión, Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Requisitos para la pensión no contributiva
Uno de los requisitos principales para recibir una pensión no contributiva de jubilación es carecer de ingresos suficiente. Es decir, la persona solicitante debe acreditar una carencia de rentas o ingresos en base a los criterios marcados por la Seguridad Social.
Sin embargo, si los ingresos son inferiores a la cuantía límite marcada anualmente y convive con otros familiares, solamente se cumple el requisito si la suma de las rentas de todos los miembros de la unidad de convivencia son inferiores a la cuantía que señala la normativa.
Además, también es necesario cumplir una serie de requisitos en relación a la edad y la residencia legal en territorio español. En este sentido, la edad debe ser superior a 65 años en todos los cosas.
Por su parte, la persona solicitante debe acreditar mediante los documentos requeridos que reside forma legal en territorio español. Para ello, tendrá que demostrar que ha vivido en España durante un periodo mínimo de diez años, siendo dos de ellos inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de la prestación.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que la pensión no contributiva de jubilación es incompatible con la pensión no contributiva de invalidez, pensiones asistenciales y los subsidios de garantía de ingresos mínimos. Así, lo dejan claro desde la Seguridad Social.