La jubilación demorada es una modalidad que permite a los ciudadanos alargar su vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación establecida para cada año. A partir de 2022, acceder a la jubilación demorada permite obtener importantes beneficios económicos en la pensión, tras las medidas aprobadas en la nueva reforma de pensiones de 2022.
Actualmente, en 2022, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y dos meses para aquellas personas con una cotización inferior a 37 años y seis meses durante la vida laboral. Por su parte, la jubilación ordinaria se sitúa en 65 años para las personas que acrediten una cotización igual o superior a 37 años a la Seguridad Social durante la vida laboral.
En la nueva reforma de pensiones de 2022, el Gobierno de España ha incluido una serie de incentivos para aquellos trabajadores que decidan acogerse a la jubilación demorada. Concretamente, estos incentivos se manifiestan en un aumento de la cuantía de la pensión a percibir.
Requisitos para acceder a la jubilación demorada
La Seguridad Social establece unos requisitos mínimos para que los trabajadores puedan acogerse a la modalidad de jubilación demorada en España y retrasar el retiro de la vida laboral. Actualmente, las personas deben cumplir tres condiciones principalmente:
- Haber cotizado como mínimo 15 años a la Seguridad Social, que es la cifra exigida para tener derecho a percibir una pensión contributiva de jubilación.
- No haber cumplido los 70 años de edad.
- Tener cumplidad la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso.
Cumpliendo dichos requisitos, el trabajador puede acogerse a la modalidad de jubilación demorada en España, una estrategia especialmente interesante para ganar más dinero en la pensión contributiva que le corresponda.
Incentivos al retraso en el retiro laboral
La reforma de pensiones de 2022 ha incorporado hasta tres medidas diferentes a modo de incentivos para que los trabajadores vean más llamativa la opción de la jubilación demorada. Uno de los objetivos del Gobierno de España es acercar la edad real de jubilación a la edad efectiva.
Así, las personas que decidan optar por la jubilación demorada, tienen la posibilidad de elegir entre los tres siguientes incentivos:
- Un porcentaje adicional del 4% por cada año completo de cotización después de cumplir la edad ordinaria. Este método supondrá un incremento de la cuantía definitiva de la pensión a percibir.
- Una cantidad a tanto alzado por cada año cotizado más allá de la edad ordinaria de jubilación. Esa cantidad a tanto alzado puede ir desde 5.000 euros a 12.000 euros por cada año «de más trabajado». Se percibe en el momento de acceder definitivamente a la jubilación.
- Una combinación de ambos incentivos.
La Seguridad Social explica que la combinación de ambos incentivos es posible al «disminuir el abono a tanto alzado y el porcentaje que se sumará a la futura base reguladora con el objetivo de disfrutar de ambos beneficios a la vez».
Con estos nuevos inventivos, un trabajador que alargue su carrera laboral durante diez años podría percibir más de 100.000 euros en la pensión definitiva, como ya ha ocurrido con algún caso excepcional informado por parte del ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.