Cuando se firma un contrato de alquiler, se crea una relación entre dos partes. Por una parte, el propietario, que es quien cede la vivienda, y por otra, el inquilino, que paga un precio por vivir en dicha vivienda. Como en toda relación, es muy importante marcar muy bien los límites y peticiones de cada uno. Este es el objetivo del contrato: plasmar el acuerdo entre las dos partes, según explican en Idealista.
El portal inmobiliario Idealista, ha publicado una serie de recomendaciones para no tener problemas a la hora de alquilar una vivienda. Para ello, recomienda prestar atención a todas las cláusulas contractuales, y no sólo a las que hacen referencia al importe de la renta o la duración del contrato. El motivo es que en el contrato, suele haber apartados relacionados con el uso de la vivienda, su conservación y las obras que se pueden realizar en la misma.
Además de esta recomendación de Idealista para conocer qué tipo de reformas y cambios puede hacer un inquilino en el piso alquilado, es importante que a la hora de firmar un contrato de alquiler se preste atención a:
- La duración del contrato.
- Reparto de gastos.
- Rescisión del contrato de alquiler.
El inquilino puede realizar algunas obras y cambios en el piso de alquiler
Tal y como advierte Idealista, el contrato es el lugar donde aparecen las cláusulas relacionadas con el uso de la vivienda, su conservación y las obras que se pueden realizar en la misma. No obstante, normalmente la ley obliga al propietario a hacer todas aquellas reparaciones necesarias para que la casa sea habitable. Del mismo modo, también regula las obras que no puede realizar el inquilino.
En unas declaraciones realizadas por el director general de la Agencia Negociadora del Alquiler, José Ramón Zurdo, a Idealista, un inquilino puede hacer las obras que considere oportunas sin autorización del propietario, siempre que respete tres límites:
- Las obras no deben afectar a la estabilidad o seguridad de la vivienda.
- Las obras no pueden afectar a un cambio de la configuración de la vivienda.
- Las obras no pueden afectar a elementos comunes de la finca.
Siempre que se respeten estos límites, el inquilino puede hacer los cambios que quiera. Eso sí, el propietario puede exigir que la vivienda vuelva a su estado original, una vez finalizado el contrato de alquiler. Además, en caso de que quiera quedarse con las obras realizadas, el propietario puede exigir conservar esas obras sin pagar ninguna indemnización.
No obstante, existe una excepción a esta norma. Idealista asegura que los inquilinos con más de 70 años o con alguna discapacidad, podrán realizar cambios y mejoras en la vivienda, respetando los límites citados, para adaptarla a sus necesidades.