Esta semana se celebra en España la semana del LGTBIQA+, con actividades y eventos en prácticamente todas las localidades del país. Así se trata de un buen momento para analizar las pensiones de las personas LGTBIQA+.
Parece que en los últimos años se está avanzando hacia la igualdad. Sin embargo, muchas personas mayores del colectivo se encuentran sin derecho a cobrar una pensión de jubilación o con pensiones con cuantías muy bajas.
Pensiones de las personas LGTBIQA+
Los expertos de BBVA exponen que «al igual que el resto de personas, las personas lesbianas, gays, trans, bisexuales, Intersexuales, queer o no etiquetados, pueden acceder a las pensiones contributivas de la Seguridad Social cuando se dan los supuestos de hecho requeridos por la normativa, y el resto de requisitos exigidos para cada una de ellas».
No obstante, esta igualdad no siempre fue así en el pasado. Entre otras cosas, hay que recordar que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo estaba prohibido. Además, las personas homosexuales o lesbianas encontraban mayores dificultades para el acceso a un trabajo digno.
Al no haber podido trabajar o haber encontrado mayores dificultades de inserción laboral, muchas personas LGTBIQA+ no han podido cotizar lo suficiente para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación. Además, aquellas que pueden cobrar una pensión de jubilación, cuentan con un importe demasiado bajo.
A día de hoy, a efectos legales, existe una igualdad total respecto a las personas LGTBIQA+, en cuanto a los derechos y acceso a pensiones y prestaciones de la Seguridad Social. Sin embargo, tal y como hemos comentado previamente, no era así siempre.
Además de las dificultades para cobrar una pensión de jubilación, también existen muchas personas del colectivo LGTBIQA+ que no han podido cobrar una pensión de viudedad por no haberse podido casar nunca con sus parejas.
Una discriminación que todavía tiene efectos
Desde BBVA, recuerdan que «la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, aprobada en 1970, consideraba enfermas, delincuentes y peligrosas a las personas LGTBI. Dicha Ley permitía su aislamiento, persecución, discriminación, arresto, encarcelamiento, tortura o internamiento psiquiátrico».
Evidentemente, esta legislación ha tenido efectos en las personas mayores del colectivo LGTBIQA+, ya que no han podido cumplir con los requisitos básicos para tener derecho a una pensión digna.
A pesar de todos los avances que se han conseguido en las últimas décadas, aún queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad real para las personas LGTBIQA+. Dentro de estos avances, también es necesario poner el foco en las pensiones contributivas.
Al respecto, los profesionales de BBVA afirman que «el 85% de las personas trans siguen sin poder acceder a un puesto de trabajo y, en consecuencia, sin poder beneficiarse de una pensión cuando llegan a la edad de jubilación. Muchas de nuestros mayores LGTBI, que vivieron reprimidas y tuvieron el valor de ‘salir del armario’, vuelven a tener que ocultar su condición al llegar a la tercera edad por miedo a la no aceptación en las residencias o en los centros de día».
Por todo ello, muchas agrupaciones LGTBIQA+ continúan realizando campañas para exigir que se blinden las pensiones y se aumenten las cuantías de las pensiones no contributivas. Y es que muchos mayores del colectivo LGTBIQA+ carecen de ingresos, más allá de las pensiones no contributivas.