El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril a las 7:35 horas, a los 88 años de edad. Tras la muerte del Papa, son muchas las dudas que surgen entre los ciudadanos de todo el mundo. Una de estas dudas recurrentes es qué herencia deja el Santo Padre Francisco.
Ha sido el cardenal Kevin Farrel, Camarlengo de la Cámara Apostólica el encargado de anunciar el fallecimiento del Papa Francisco. Este anuncio se ha realizado a través de un vídeo, acompañado del secretario de Estado, Pitro Parolin, y el sustituto de la secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.
Cuál es la herencia que deja el Papa Francisco
Así ha comunicado el Camarlengo el fallecimiento del Papa Francisco desde la Casa Santa Marta: «Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre».
Cuando se produce el fallecimiento de un Papa, el Vaticano inicia un procedimiento milimétrico al respecto. Entre otras cosas, es necesario abrir un proceso para el nombramiento del nuevo Papa, algo que esperan con entusiasmo todos los cristianos.
Así, alrededor de la figura del Santo Padre encontramos una serie de particularidades. Por ejemplo, es interesante poner el foco en la herencia qué deja el Papa. En este caso, la herencia del Papa Francisco.
En primer lugar, es importante dejar claro que un Papa no tiene herencia. A diferencia de lo que ocurre habitualmente con un Rey o un presidente, el Papa no deja herencia personal.
Todo lo que tenía el Papa Francisco como Pontífice vuelve a la Iglesia. Incluso, si el Papa tenía bienes antes de ser elegido como tal, suelen donarse o administrarse de un modo diferente con respecto al resto de la población. Se trata de un hecho curioso en relación a la herencia del Papa.
Cuándo se nombra al nuevo Papa
El Papa no tiene un sucesor inmediato, sino que se debe iniciar un procedimiento específico en el Vaticano para el nombramiento del nuevo Pontífice. Normalmente, el nombramiento del nuevo Papa suele tardar entre dos y tres semanas desde el fallecimiento del anterior.
Así, la Santa Sede convoca a los cardenales para elegir al nuevo Papa en el Cónclave. Los cardenales realizan votaciones secretas en la Capilla Sixtina. Si no se tiene la decisión, la chimenea del Vaticano expulsa humo negro, conocido popularmente como ‘fumata negra’.
Cuando ya existe decisión, la chimenea del Vaticano expulsa humo blanco. La ‘fumata blanca’ significa que el Cónclave ya ha decidido el nombre del nuevo Pontífice. Miles de fieles se reúnen en la Plaza de San Pedro para conocer la decisión y escuchar la famosa frase ‘Habemus Papam’.
Cada vez que fallece un Papa se trata de un hito histórico de gran importancia. Por ello, la Iglesia sigue un ritual tradicional con la celebración de misas y ritos litúrgicos. Del mismo modo, el nombramiento del nuevo Papa también resulta un hecho histórico que se desarrolla a través de un procedimiento muy concreto.