En España, las personas que no han cotizado lo suficiente durante su vida laboral a la Seguridad Social para tener derecho a recibir una pensión contributiva de jubilación tienen una alternativa. Estas personas tienen la oportunidad de percibir una pensión no contributiva de jubilación, cumpliendo con una serie de requisitos estipulados.
Las personas realizan una cotización a la Seguridad Social durante su vida laboral con el objetivo de generar el derecho a percibir una pensión pública contributiva de jubilación. La principal diferencia con la pensión no contributiva, es que para acceder a ésta no es necesario un periodo de cotización.
La pensión no contributiva de jubilación está determinada por la carencia de rentas. Es decir, se trata de una prestación económica destinada a aquellas personas que carezcan de los recursos suficientes para poder subsistir en los términos legalmente establecidos.
El sistema de pensiones español, establece diferentes modalidades de pensión no contributiva, entre las que destacan por jubilación y por invalidez.
Por otra parte, una gran diferencia es que la gestión de estas prestaciones no contributivas corresponde a los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma en España y a las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
Beneficiaros de la pensión no contributiva de jubilación
Esta pensión es una prestación que pretende garantizar ciertos ingresos a cualquier ciudadano mayor de 65 años. Las personas que hayan cotizado lo suficiente durante su vida tendrá derecho a una pensión contributiva; mientras que otras muchas personas quedan en situación de vulnerabilidad.
Así esta prestación no contributiva está dirigida a todas las personas mayores de 66 años que se encuentren en una situación de necesidad económica, asistencia médico-farmacéutica y servicios sociales complementarios.
Requisitos
Para acceder a una pensión no contributiva en España por parte de la Seguridad Social es conveniente contar con una serie de requisitos mínimos, entre los que destaca por encima de todo la carencia de rentas:
1. Haber cumplido la edad ordinaria de jubilación establecida por ley.
2. No contar con la cotización suficiente que da derecho a percibir una pensión contributiva de jubilación.
3. Ser ciudadano español o de otros países con residencia en España que cumplan estos requisitos aquí mencionada.
4. Tener una carencia de rentas insuficientes.
La carencia de rentas es uno de los factores más determinantes para poder acceder a una pensión no contributiva de jubilación. Una persona es considerada con carencia de rentas, cuando los ingresos del cómputo anual son inferiores a una cifra cercana a los 5.540 euros.
Sin embargo, en caso de que la renta sea inferior a la cuantía límite establecida anualmente y exista convivencia con otros familiares; la Seguridad Social tiene en cuenta la suma de todas las rentas de los miembros de la unidad económica de convivencia.
Con respecto a la nacionalidad extranjera. La Seguridad Social exige que la persona solicitante de la pensión de jubilación no contributiva resida en territorio español y haberlo hecho durante un periodo de al menos diez años.
Además, ese periodo de residencia debe integrarse entre la edad de los 16 años y la correspondiente al devengo de la pensión. Y por otra parte, dos de esos años de residencia en territorio español han de haberse producido en los dos años inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de tramitación de dicha prestación.
Compatibilidad de la pensión de jubilación no contributiva
Si este año 2021 vas a acceder a la jubilación debes tener en cuenta que la pensión no contributiva de jubilación es incompatible con una pensión contributiva de jubilación.
Del mismo modo, esta prestación no contributiva también es incompatible con la pensión no contributiva de invalidez, pensiones asistenciales y los llamados subsidios de garantía de ingresos mínimos.