Las personas que no han cotizado lo suficiente para cobrar una pensión contributiva de jubilación, también pueden tener derecho a cobrar una pensión de jubilación específica. Hablamos de la pensión no contributiva de jubilación, cuya gestión recae en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
En este sentido, desde el IMSERSO argumentan que «la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios».
Cuantía mínima de la pensión no contributiva de jubilación
La cuantía de la pensión no contributiva de jubilación se actualiza cada año por parte del Gobierno de España. En 2025, el importe de la pensión no contributiva de jubilación se ha revalorizado en un 9% con respecto al año anterior.
Así, en 2025, la cuantía de la pensión no contributiva de jubilación se sitúa en 7.905,80 euros al año. Supone un importe de 564,70 euros al mes, ya que este tipo de pensiones se abonan en 14 pagas durante el año. Es decir, las personas beneficiarias de la pensión no contributiva de jubilación reciben dos pagas extraordinarias al año.
Sin embargo, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ explican que «es importante reseñar que, en una pensión no contributiva, la cuantía también puede experimentar cambios en función de los ingresos del beneficiario y de su unidad familiar, si la hay. A pesar de estas variaciones, la pensión nunca será inferior al 25% de la cantidad establecida en los Presupuestos Generales del Estado. En 2025, este mínimo garantizado es de 1.976,45 euros al año».
Por tanto, lo mínimo que se puede cobrar por la pensión no contributiva de jubilación en 2025 es 1.976,45 euros al año. En este caso, hablamos de una cuantía de 141,18 euros al mes.
Requisitos para cobrar la pensión no contributiva
Desde el IMSERSO, respecto a la pensión no contributiva de jubilación, manifiestan que «la cuantía individual actualizada para cada pensionista se establece a partir del citado importe y en función del número de beneficiarios que vivan en el mismo domicilio, de sus rentas personales y/o de las de su unidad económica de convivencia, no pudiendo ser la cuantía inferior a la mínima del 25% de la establecida».
Hay que tener en cuenta que la pensión no contributiva de jubilación se puede percibir sin haber cotizado nunca a la Seguridad Social. Es decir, está pensada para proteger económicamente a las personas mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a percibir una pensión contributiva de jubilación.
A pesar de ello, para percibir una pensión no contributiva de jubilación en 2025, es obligatorio cumplir con los siguientes requisitos exigidos por parte del IMSERSO:
- Residir en España: Es necesario haber residido en España durante un mínimo de 10 años desde el cumplimiento de los 16 años de edad y el devengo de la pensión. Además, dos de esos años de residencia deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de la pensión no contributiva.
- Edad: Tener 65 años o más cumplidos.
- Ingresos: Cumplir con un requisito de carencia de rentas.
Para tener derecho a cobrar la pensión no contributiva de jubilación, es necesario que el ciudadano se encuentre en situación de vulnerabilidad económica. Así, en 2025, para el IMSERSO existe carencia de rentas cuando los ingresos de un beneficiario individual son inferiores a 7.905,80 euros en cómputo anual.
Estos requisitos de carencia de rentas exigidos por parte del IMSERSO pueden variar en función de si la persona beneficiaria de la pensión convive con otras personas en la unidad familiar. En este tipo de situaciones, el requisito se establece en base a los ingresos anuales de todos los integrantes de la unidad de convivencia.