El uso de las cremas solares aumenta con la llegada del verano. Y es que a pesar de que los expertos recomiendan su uso durante todo el año, lo cierto es que en verano suma importancia el hecho de utilizarla a diario para proteger la piel de los rayos del sol. Así, existen en el mercado una gran cantidad de protectores solares que puede comprar a precios que oscilan entre algunos muy bajos y otros muy altos. Así que dependiendo de lo que quieras gastarte en este producto cosmético y dependiendo de tus necesidades, lo más adecuado es que busques la que mejor se adapte a ti.
En este sentido, en muchas ocasiones optamos por gastar un dinero elevado con tal de tener la mejor protección en nuestra piel. ¿Qué ocurre con esto? Que si no hemos sido capaces de gastarla en el año que la compramos, en la siguiente época estival pensamos en reutilizarla para aprovechar al máximo esta crema que tanto nos ha costado conseguir.
Sin embargo esto no es del todo adecuado para la piel. Así que lo mejor es escuchar lo que dicen los expertos acerca de volver a usar la misma crema durante dos años seguidos. Y si realmente esto puede ayudarnos a proteger la piel del sol tal y como si la acabáramos de comprar.
¿Protege la piel igual este año el protector solar que compramos el año pasado?
Como hemos mencionado anteriormente, el uso del protector solar es esencial en verano. Y es que los rayos del sol van a incidir con más fuerza en nuestro cuerpo, provocando daños que aunque a simple vista no se puedan ver van a estar ahí con el paso de los años.
Por esta razón, debemos extremar la precaución tanto a la hora de elegir el protector solar que mejor se adapte a nuestras necesidades como a intentar optar por la opción de comprar uno nuevo a pesar de que el año pasado no lo conseguimos terminar.
La doctora Ana Molina, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de L’Oréal Cosmética Activa, han asegurado para la revista TELVA la razón principal por la que no deberíamos hacerlo. En este caso, «es la pérdida de eficacia por su caducidad y ha perdido los conservantes, los filtros se han degradado. El segundo motivo, las condiciones de temperatura donde los hemos guardado todo este tiempo no son las idóneas».
La textura de la fórmula se modifica y hace que no se reparta de forma homogénea por la piel
Además, las texturas que incorporan los protectores solares están específicamente diseñadas para poder aplicarlo por toda la piel y conseguir que se reparta homogéneamente sin necesidad de que estemos mucho tiempo aplicando el producto. De hecho, esta es una de las cosas por la que las expertas no recomiendan usar las cremas solares de un año para otro.
«Si lo guardamos en el maletero del coche con el calor pueden degradar la galénica y la textura de la fórmula. Así, cuando lo aplicamos de nuevo no se reparte igual el producto sobre la piel, quedan grumos y lleva acarreado que te puedas quemar las zonas donde el producto no se ha aplicado igual de bien», advierten.
Por último, a la hora de querer reutilizar una crema solar de años anteriores debemos mirar muy bien la fecha de caducidad del producto. Y es que sin duda esto es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de proteger nuestra piel. Ya que si esta ha pasado, las cremas solares han perdido los principios activos que cuidan la piel y aumenta el riesgo de que puedas sufrir quemaduras en tu cuerpo.