El momento de repartición de una herencia comprende diferentes elementos que es necesario tener en cuenta. Todo es más sencillo siempre que exista un testamento válido realizado en vida por la persona fallecida. Por norma general, los conflictos en la partición de una herencia aumentan de forma considerable cuando no existe testamento de por medio.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que una herencia se divide entres partes a tener en cuenta. Concretamente, en tres tercios. Uno de ellos es el tercio de la legítima, que corresponde directamente a los herederos forzosos. En el caso de que un fallecido tenga tres hijos, la legítima se repartirá a partes iguales entre los tres hermanos.
En segundo lugar encontramos el tercio de mejora. En este caso, se repartiría del mismo modo a partes iguales entre los tres hermanos. Sin embargo, en este tercio el testador puede beneficiar a un hermano sobre otro con respecto a la herencia.
Finalmente, encontramos el tercio de libre disposición. Aquí, el heredero puede establecer con total libertad lo que quiere hacer con parte de sus bienes tras su fallecimiento, sin necesidad de que se trate de un heredero forzoso. Incluso, puede dejar parte de su herencia a una ONG, conociéndose como testamento solidario.
Gastos de notaría en herencia
En el momento de aceptar una herencia, toda persona debe afrontar una serie de gastos e impuestos obligatorios. Precisamente, por este motivo, muchas personas optan por rechazar la herencia que le corresponde. El impuesto más común es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía en función de cada Comunidad Autónoma.
Por otra parte, también es necesario pagar los gastos de notaría, referentes a la escritura de la adjudicación de la herencia por parte de un profesional notario. Si existe un heredero universal que recibe toda la herencia, será el responsable de pagar todos los gastos de notaría.
Sin embargo, puede darse el caso de que existan varios herederos. Si esto ocurre, resulta fundamental calcular el valor total de la herencia antes y después de saldar todos los impuestos necesarios. A partir de ahí, se establece la cantidad económica que debe asumir cada heredero respecto a los impuestos y gastos de notaría,
Cada heredero su parte
En definitiva, consiste en establecer un sistema equitativo respecto a los gastos derivados de la herencia, para evitar o reducir el riesgo de conflicto entre los herederos. También puede darse el caso de que los herederos lleguen a un acuerdo y uno asuma más que otro, aunque no es lo habitual. En cualquier caso, se debe afrontar el pago en el plazo establecido.
Los expertos del ‘Grupo Hereda’ argumentan que si la herencia se reparte a partes iguales, los herederos también deberán pagar los impuestos y gastos de notaría de forma equitativa. No obstante, si se reparte de manera desigual, cada heredero debería afrontar el pago de lo que le corresponde.