La jubilación es la edad legal establecida en España en la que una persona debe dejar de trabajar y dedicar el resto de su vida a descansar y vivir. Pues se supone, que llega un periodo en el que la persona ya ha completado su vida laboral. De este modo, puede disfrutar de su edad adulta, al mismo tiempo que deja paso para que otras generaciones accedan al mercado laboral.
Así pues, lo que se busca con la jubilación, además del tiempo libre, es una pensión con la que poder vivir el resto de vida. En este sentido, existe una serie de límites establecidos entre los cuales, una persona cobrará más o menos dependiendo de diversos factores. Es decir, no existe un importe único, sino que hay un ‘abanico’ en base al cual, dependiendo de los años cotizados y de lo que cobrara el trabajador, una persona tendrá una pensión mayor o menor.
En España, la edad legal de jubilación actualmente depende de los años que la persona haya cotizado a la Seguridad Social. Así pues, para cobrar el cien por cien de la pensión, una persona puede retirarse a los 65 años siempre y cuando, haya cotizado al menos 37 años y nueve meses. Sin embargo, de no ser así, el trabajador deberá esperar hasta los 66 años y cuatro meses para dejar de trabajar.
COBRAR EL PARO AL LLEGAR A LA EDAD DE JUBILACIÓN
En teoría, la planificación está perfectamente encuadrada. Pues el ciclo laboral está establecido para comenzar a trabajar joven, adquirir un sueldo digno y retirarse llegados a la edad adulta establecida, cobrando una pensión a la altura de lo que se trabajó. De este modo, damos paso a que los jóvenes siempre entren en el mercado. Sin embargo, los datos del paro demuestran que esta organización no está funcionando.
Llegar cuanto antes a la jubilación cobrando el cien por cien de la pensión, es sin duda la situación idílica con la que sueña cualquier trabajador que está cerca de conseguirlo. Sin embargo, este es un objetivo que cada vez se aleja más de nuestras manos. ¿El motivo? El plan del Gobierno para retrasar el momento en que una persona finaliza su vida laboral. Y es que el Ejecutivo español, ha creado un incentivo económico para quienes deciden retrasar este momento.
La reforma de las pensiones han conllevado además, un plan estratégico cuyo objetivo es garantizar la sostenibilidad futura del sistema. De este modo, la idea es que algunas de las personas que llegan a la edad legal de jubilación, retrasen este momento a cambio de una retribución económica. Concretamente, se trata de añadir a la pensión, un 4 por ciento más por cada año completo que la persona trabaje de más, tras alcanzar la edad legal de jubilación.
De este modo, una persona puede decidir no jubilarse, seguir trabajando y en el momento que accede, de forma tardía a la jubilación, recibir un cheque con este suplemento económico resultante de los años de más trabajando. Esta medida ya está en marcha. De hecho, a efectos reales, la Seguridad Social asegura que la cuantía media del cheque suplementario en los primeros meses de 2023, ha sido de 20.511 euros.
JUBILARSE CADA VEZ MÁS TARDE
Pero no es la única baza administrativa por la cual las personas cada vez se van a jubilar más tarde. Y es que según el plan de jubilación establecido por el Gobierno, cada año aumentan los requisitos para poder retirarse con el cien por cien de la pensión. Es decir, dependiendo del año en el que el trabajador solicite la jubilación, podrá hacerlo a los 65 años o a los 67 años. Es un plan que aumenta año tras años la edad requerida y los años cotizados y que finalizará en 2027.