Aunque lo habitual es que muchas personas quieran adelantar su llegada a la jubilación para poder dejar de trabajar y acceder a beneficiarse de la pensión, hay quienes por distintos motivos, prefieren retrasar este momento. Esto es lo que se conoce como jubilación demorada y se contempla dentro del ordenamiento jurídico de nuestro país.
Tal y como establece la Seguridad Social, la jubilación voluntaria demorada es la posibilidad reconocida a las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) de que, una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación prolonguen su vida laboral. De este modo, podrán acceder a una serie de beneficios en su futura pensión de jubilación.
Y es que la ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo del sistema que entró en vigor en enero del año 2022, ofrece mejores beneficios a las personas que quieran retrasar su jubilación. De hecho, actualmente se ha sumado una nueva fórmula a estos incentivos, que combina las dos anteriores: un porcentaje de incremento de tu pensión y una cantidad a tanto alzado.
Cabe recordar, que en España la edad ordinaria de jubilación depende de los años que la persona haya cotizado a la Seguridad Social. De este modo, una persona podrá jubilarse a los 65 años, siempre que haya cotizado un mínimo de 37 años y nueve meses. De no ser así, deberá esperar hasta cumplir los 66 años y cuatro meses para poder hacerlo.
REQUISITOS PARA ACCEDER A LA JUBILACIÓN DEMORADA
Para retrasar tu llegada a la jubilación o acceder a los que se conoce como jubilación demorada deben cumplir se dos requisitos en el momento que vayas a realizar la solicitud para ello. Por una parte, La persona interesada en esta demora debe haber cotizado como mínimo 15 años a la Seguridad Social. En segundo lugar, es obligatorio que tenga cumplida la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso.
Cabe señalar, que este tipo de jubilación es incompatible con otras modalidades como la activa, la flexible o, lógicamente, la anticipada, ya que en este caso, se entraría en una situación contradictoria. Pues el fin de esta demora, es prolongar la vida laboral de la persona a cambio de unos incentivos recogidos legalmente.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que esta situación también beneficia a las empresas donde desarrolle su actividad la persona que vaya a retrasar su jubilación. En este caso, estas estarán exentas de las cotizaciones por contingencias comunes de los trabajadores que retrasen la jubilación, salvo por incapacidad temporal. Además, tendrán una reducción del 75 por ciento de la cotización durante la situación de incapacidad temporal de los trabajadores que hayan cumplido 62 años.
VENTAJAS PARA LOS TRABAJADORES QUE RETRASEN SU JUBILACIÓN
La ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo del sistema que entró en vigor en enero de 2022, ofrece mejores beneficios a las personas que quieran demorar su jubilación. Por tanto, desde el comienzo de dicho año, las personas que retrasan voluntariamente el momento de retirarse, percibirán un complemento económico en su pensión en el momento que decidan jubilarse.
En este sentido, la ley permite elegir entre dos opciones. Por una parte, percibir un porcentaje adicional del 4 por ciento por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria, lo que supondrá un aumento de la cuantía de la pensión. La segunda opción es recibir una cantidad a tanto alzado por año cotizado, que va a depender de los años que se haya cotizado cuando se llega a la edad de jubilación, y que va desde los 5.000 a los 12.000 euros aproximadamente. Este se recibe en el momento de la jubilación.
Cabe señalar, que tal y como señalan desde la Seguridad Social, con la entrada en vigor del Real Decreto 371/2023 el pasado 18 de mayo de 2023, podrás optar también por una fórmula mixta, que consiste en una combinación de las opciones anteriores. Esta modalidad no tiene carácter retroactivo.