El calor trae situaciones que a veces ni el calor comprende, parafraseando a Pascal. Ocurre que en uno de los veranos más calurosos que ha habido nunca, es más que frecuente ver a personas a las que les da lo que se conoce como un ataque de calor. Ahora bien: ¿Sabemos bien lo que es y en qué se diferencian respecto a otro tipo de situaciones calurosas? Porque no siempre sabemos identificar en condiciones qué le puede estar pasando a la persona que tenemos al lado, o incluso a nosotros mismos, y si no sabemos lo que nos pasa no sabremos lo que necesitamos.
Así que en este artículo vamos a dar con la tecla de saber qué hacer cuando tiene estos problemas ocasionados por las altas temperaturas. No es lo más común, ciertamente, que un buen día de playa o piscina, lo acabe cercenando el propio sol que nos da placer. Pero hay que tener cuidado, ya no sólo por lo que pueda provocar en nuestro organismo, sino porque la exposición solar a temperaturas muy elevadas nos puede provocar grandes problemas en nuestra piel.
¿Podemos morir de un golpe de calor?
Por si no estás al tanto de las noticias, hasta la fecha del 17 de julio se han producido ya 510 muertes por golpes de calor que se relacionan directamente con las altas temperaturas, 321 de ellas mayores de 85 años. Son cifras que aporta el Instituto de Salud Carlos III.
Así que sobra decir la importancia de intentar reequilibrar la temperatura de nuestro cuerpo, que suele calentarse por encima de lo normal y puede tener efectos fatales si no llegamos a tiempo. Cobran mayor importancia si cabe distintos tipos de colectivos llamados vulnerables en los que estos efectos pueden ser aún peores. Grupos como:
- Niños
- Mayores
- Embarazadas
- Enfermos con algún tipo de patología crónica
¿Cuáles son los signos que reflejan que alguien sufre un golpe de calor?
Como imaginarás, al igual que con otro tipo de problemas a nivel físico, hay signos claros que evidencian que una persona sea de la edad que sea está sufriendo lo que llamamos un golpe de calor: mareos, calambres, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad muscular y por supuesto, un incremento de la temperatura corporal.
El cuerpo no es capaz de controlar su propia temperatura, que debe ser templada en estos casos, y los síntomas más claros que se pueden ver en una persona con un golpe de calor es sequedad, piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia. Deberemos igualmente enfriar el cuerpo para reducir la temperatura corporal.
¿Cómo se rebaja la temperatura corporal? Pues lógicamente añadiendo un paño bien frío, quitando la ropa de la persona afectada, agua fría, darle algo de agua de forma paulatina y colocarla en sitios con sombra, más allá de poder colocar pañuelos en zonas vitales como el cuello y la nuca.