Por norma general, todo el mundo puede realizar un testamento en el que dejar escrita sus últimas voluntades tras su fallecimiento. Es decir, dejar establecido en documento oficial cómo se repartirá su herencia entre las personas que la persona fallecida desee de forma previa.
Sin embargo, existen determinadas situaciones por las que se puede impugnar un testamento. Una de ellas es por certificar discapacidad mental del testador. No en todos los casos se puede impugnar el testamento por este motivo, sino que se debe acreditar que la persona en cuestión no contaba con plenas facultades mentales a la hora de realizar el testamento.
En concreto, se puede impugnar un testamento por haberse realizado sin tener capacidad para ello o bajo coacciones. También se puede impugnar en caso de que no se respeten las cuotas legítimas a las que los herederos tienen derecho. Igualmente, se puede anular si se obvia en el testamento a uno de los herederos forzosos o existen defectos en la redacción del mismo.
Discapacidad mental y realización de testamento
Desde ‘Group Perito Judicial‘ exponen varias situaciones relacionadas con la realización de un testamento por parte de una persona con discapacidad mental certificada o algún tipo de enfermedad psíquica.
Por ejemplo, la demencia es una enfermedad mental que puede afectar a la capacidad de una persona a la hora de realizar un testamento. En cualquier caso, para impugnar este documento, la parte reclamante tendrá que demostrar que el testador no se encontraba en plenas facultades mentales.
Al respecto, para demostrar tales hechos, se requiere de un Informe Pericial Psicológico o Psiquiátrico. Este documento servirá para evaluar la situación del testador. Los expertos advierten que sin una prueba pericial, resulta prácticamente imposible anular el testamento.
Otra situación similar es que una persona con Alzheimer realice testamento. Esta enfermedad provoca una reducción progresiva de las capacidades psíquicas de la persona. Por tanto, es necesario una serie de documentos médicos e historial psiquiátrico para determinar la capacidad para realizar un testamento.
Igualmente, para demostrar la incapacidad del testador, será necesario contar con un informe pericial que determine los hechos. Así lo establece la normativa referente a la impugnación de testamento.
En definitiva, no existe una normativa clara que impida la realización de un testamento a una persona por discapacidad mental o enfermedad psiquiátrica. Sin embargo, si existe la posibilidad de impugnar dicho testamento por incapacidad del testador.
Proceso de impugnación
Hay que tener en cuenta que el Notario tiene la responsabilidad de certificar que la persona testadora tiene la capacidad mental para suscribir un testamento, en base a una serie de criterios profesionales; así como determinar que se realiza por su propia voluntad.
Sin embargo, un Notario no tiene por qué tener conocimientos en materia sanitaria, pudiendo caer en determinados errores. Por tanto, posteriormente se puede impugnar un testamento al demostrar que la personas no se encontraba en plenas facultades mentales.
Así, el procedimiento de impugnación de un testamento se inicia con una demanda judicial, cuya responsabilidad de tramitación recaerá en el Juzgado de Primera Instancia. Los herederos disponen de un plazo de 15 años para proceder a la nulidad del testamento, desde el momento del fallecimiento del testador.